El diaconado, como uno de los grados del sacramento del Orden, representa un ministerio de servicio en la Iglesia. Los diáconos están llamados a ser imagen viva de Cristo servidor, comprometidos con el anuncio de la Palabra, el servicio a los más necesitados y la asistencia en la liturgia. Este rol, en las distintas diócesis de Honduras se ha vuelto esencial para el servicio a los cristianos de muchas parroquias donde los sacerdotes necesitan el relevo para llevar a Cristo a las distintas comunidades.
Servicio
En los primeros siglos del cristianismo fue fundamental para el crecimiento de las comunidades, mantiene hoy su vigencia como una expresión concreta del amor de Dios hacia su pueblo. San Lorenzo, uno de los siete diáconos de la Iglesia de Roma en el siglo III, es un modelo luminoso del diaconado viviente. Su historia está profundamente ligada al testimonio valiente, generoso y martirial. Bajo el mandato del Papa Sixto II, Lorenzo tenía la responsabilidad de la administración de los bienes eclesiales y el cuidado de los pobres. Cuando el emperador Valeriano ordenó la ejecución de los líderes cristianos, San Lorenzo quedó a cargo de los tesoros de la Iglesia. El santo presentó a los pobres, enfermos y marginados, diciendo: “Estos son los tesoros de la Iglesia”. Su respuesta le costó la vida, siendo martirizado en una parrilla ardiente, sin embargo, su testimonio no se apagó con el fuego, sino que encendió una llama de fe que ha perdurado hasta hoy.
Santidad
Comparar el diaconado actual con la figura de San Lorenzo es recordar que este ministerio no es un oficio administrativo, sino una entrega al Evangelio, especialmente en el servicio a los más necesitados de la Palabra de Dios. Ser diácono, a la manera de San Lorenzo, es vivir con valentía el amor preferencial por los pobres, con una fe que no teme a la persecución ni al sacrificio, porque encuentra su fuerza en Cristo.
“A veces, anunciar que la esperanza no defrauda significa ir a contracorriente, incluso contra la evidencia de situaciones dolorosas que parecen no tener salida.” – Papa León XIV a los diáconos
OPINIONES
“A través del diaconado uno está más dispuesto a la caridad, al servicio litúrgico entre otras cosas a nivel eclesial y pastoral. Estamos hablando del servicio que uno presta en donde uno se encuentra”. Diácono Noé Hernández – Arquidiócesis de San Pedro Sula
“Cada día en el servicio del diaconado es un aprendizaje y las sugerencias y correcciones de los sacerdotes y de mi obispo (Mons. Teodoro Gómez) me han hecho crecer mucho en mi vida humana, espiritual y de servicio. Es Dios que va haciendo la obra y asumimos con alegría este servicio”. Diácono Luis Fernando Hernández – Diócesis de Choluteca
“El llamado siempre está y Dios tiene un proyecto de vida para todos, por ende, este proyecto nunca nos llevará al fracaso sino es que seamos felices y lo seremos si nos atrevemos a responder al llamado”. Diácono Dixie Ballesteros – Arquidiócesis de San Pedro Sula