La Iglesia busca santificar todo el año mediante la celebración de solemnidad, fiesta y memorias y con esto, dedica cada mes, una devoción particular. Este enfoque puede variar entre países, dentro de la unidad de la Iglesia, honrando siempre la diversidad cultural, especialmente entre las tradiciones católicas del Occidente y del Oriente y en este caso, plantearemos también según el calendario litúrgico que celebramos en Honduras.
Enero
El primer mes del año es dedicado al Santísimo nombre de Jesús, recordando que ocho días después de la Navidad, San José le dio este sagrado nombre durante la circuncisión. Esta celebración se vive cada año el 2 de enero.
Febrero
Febrero, es el periodo dedicado a la Sagrada Familia, honrada por la Iglesia después del tiempo de la Navidad. Fue en este entorno que Jesús vivió antes de iniciar su ministerio público para la redención de la humanidad. En la Sagrada Familia, aprendió valores sagrados, participó en labores cotidianas, obedeció a sus padres y se preparó para su crucial misión.
Marzo
Este es el mes que dedicamos al padre adoptivo de Jesús, San José, ya que su festividad principal se celebra el 19 de marzo. la Iglesia nos insta a contemplar este modelo de padre amoroso, esposo fiel y casto, así como trabajador dedicado, siempre dispuesto a cumplir rápidamente la voluntad de Dios. San José recibe de la Iglesia un culto especial llamado “protodulia” o primera veneración.
Abril
Se dirige hacia la Eucaristía, ocupa el núcleo de la vida eclesiástica, siendo el sacrificio de Cristo que se renueva y se hace presente en el altar durante la celebración de la Misa. También se percibe como el alimento espiritual, el banquete del Cordero que se ofrece para nutrir a los fieles.
Mayo
Este mes se dedica a honrar a la Virgen María, ya que se celebra una serie de festividades en su honor, como el 13 de mayo en que celebramos a Nuestra Señora de Fátima y la Visitación de la Virgen María el 31 de mayo.
La devoción a la Virgen María busca resaltar su papel esencial como mediadora de todas las gracias y perpetua intercesora del pueblo de Dios. Además, se la considera un modelo ejemplar para las madres cristianas, siendo una figura pura y santa que siempre está lista y dispuesta a cumplir la voluntad de Dios.
Junio
Este mes, además de celebrar al Sagrado Corazón de Jesús, lo ofrecemos por la juventud reconociendo el potencial transformador que los jóvenes aportan a nuestra sociedad. Elevamos nuestra gratitud por la juventud hondureña, inspirándonos en su dinamismo para enfrentar desafíos y construir un futuro lleno de esperanza y ofrecemos nuestras oraciones por sus proyectos de vida para que sean prósperos en las manos de Dios.
Julio
En nuestro país, destinamos este mes para celebrar y orar por muchas y santas vocaciones para la mies de Dios. Es un tiempo sagrado donde oramos y nos unimos para hacer eco de la vocación a la que hemos sido llamados para la construcción del Reino de Dios. Con devoción y gratitud, reconocemos la importancia de discernir y fomentar las diversas vocaciones, ya sea al sacerdocio, vida religiosa, matrimonio o servicio laico, siendo conscientes de que cada elección contribuye de manera única a la riqueza espiritual de nuestra comunidad y al plan divino de amor y redención.
Agosto
Este mes está consagrado a Dios por el matrimonio y la familia, para crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de los hijos desde la primera infancia. En la familia, se construye la identidad de la persona, se protege su autonomía y es la base desde donde se proyecta al ámbito social.
Septiembre
Celebramos el mes de las Sagradas Escrituras, con el propósito de acercar aún más a los creyentes a la Palabra de Dios, fomentando la lectura, meditación y un mayor entendimiento. Es una invitación para que todos seamos partícipes del estudio de la Palabra de Dios y que con eso la acojamos en el corazón para luego hacer efecto multiplicador del Evangelio.
Octubre
Mes dedicado a las misiones y el rezo del Santo Rosario. La Iglesia ha designado octubre como un mes especial para concienciar y apoyar las misiones en todo el mundo. Es un tiempo para reflexionar sobre la importancia de llevar el mensaje cristiano a diferentes culturas y regiones. El Santo Rosario es debido a que, de octubre conmemora la victoria en la Batalla de Lepanto en 1571, donde las fuerzas cristianas, alentadas por la oración del Rosario, derrotaron a la flota otomana. El Papa Pío V atribuyó la victoria a la intercesión de la Virgen María a través del rezo del Rosario. Desde entonces, octubre ha sido un mes dedicado a honrar a la Virgen María y a fomentar la devoción al Santo Rosario.
Noviembre
Noviembre es el mes dedicado a las almas del purgatorio, destacándose el 2 de noviembre, conocido como el Día de los Fieles Difuntos, para las plegarias en memoria de los fallecidos. El Papa Pablo VI, en 1967, estableció indulgencias para las almas del purgatorio y designó la semana del 1 al 8 de noviembre como la Semana de las Almas. Durante esta semana, se pueden obtener indulgencias plenarias al visitar cementerios, rezar por los difuntos, confesarse, comulgar y rezar por el Papa. Las almas del purgatorio dependen de nuestras oraciones, misas, limosnas y penitencias para su purificación, ya que no pueden lograrla por sí mismas.
Diciembre
Diciembre marca el período del Adviento y la Navidad, comprendiendo cuatro semanas dedicadas a prepararse para la llegada de Cristo en la festividad navideña. El simbolismo del pesebre durante este periodo invita a meditar sobre el misterio de la Encarnación del Verbo, recordando las palabras de san Pablo que destacan cómo Cristo “se hizo pobre para que nos enriqueciéramos”.