CEC: 2056: La palabra “Decálogo” significa literalmente “diez palabras” (Ex 34, 28; Dt 4, 13; 10, 4). Estas “diez palabras” Dios las reveló a su pueblo en la montaña santa.
La décima palabra del decálogo es “No codiciaras los bienes ajenos”. Y esto implica:
- Aprender a desapegarse de los bienes materiales.
- Educar la voluntad del corazón para no ir en dirección contraria del amor al prójimo.
- Respetar aun internamente los bienes que pertenecen a otra persona.
- Enfatizar que cuando en nuestro interior se consienten estos malos deseos, el pecado se materializa con mayor facilidad.
- Que al consentir estos pecados internos podemos terminar deformando la conciencia.
- Frecuentar los sacramentos para recibir la gracia que nos ayuda a sanar internamente.
- Orar y trabajar para tener un sano equilibrio entre los bienes terrenos y los bienes espirituales.
- Ser humildes en reconocer nuestras miserias internas para que Dios nos perdone.
- Ejercitar la sinceridad con Dios.
- Cuidar con esmero la conciencia moral.
Estas “diez palabras” nos ayudaran a comprender y vivir mejor el décimo mandamiento de la ley de Dios.