El municipio de Sabanagrande fue el lugar que acogió a decenas de Delegados de la Palabra de la Arquidiócesis de Tegucigalpa y de otras diócesis del país, todo para celebrar su día como Delegados.
La parroquia Nuestra Señora del Santo Rosario fue la que acogió a las decenas de fieles que forman parte de este ministerio. Es propicio destacar que los Delegados que se hicieron presentes vivieron una noche alegre donde se mantuvieron en vigilia, cantando, orando y, por supuesto, hubo también ese momento de compartir algunos alimentos.
Antes de iniciar de lleno las actividades de la gran vigilia, los Delegados de la Palabra fueron parte de la santa Eucaristía que estuvo a cargo de Monseñor José Vicente Nácher, Arzobispo de Tegucigalpa, donde les recalcó en el mensaje que “es tarea de los Delegados o sacerdotes mirar con solidaridad a todos los hermanos, en especial a los más frágiles y los más pobres”.
Cabe destacar que los Delegados de la Palabra encomiendan su ministerio a Jesucristo Rey del Universo, dando a entender que son guiados por el Señor. Este ministerio nació en Choluteca un Domingo de Ramos, el 27 de marzo de 1966, donde diecisiete campesinos fueron llamados por Monseñor Marcelo Gerin a un curso para animar las celebraciones litúrgicas y desde esa fecha, hoy los Delegados de la Palabra son los encargados de llevar ese mensaje de la Palabra de Dios, donde el sacerdote no puede llegar.