Curarén será sede de una nueva parroquia sinodal

El caminar de esta comunidad de fe, se ve reflejado en la determinación del arzobispo de Tegucigalpa, de crear un nuevo territorio parroquial

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Curarén, un antiguo municipio de Francisco Morazán, se convertirá en sede de la nueva parroquia de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, bajo el título de Nuestra Señora de la Candelaria, que ha sido encomendada al ministerio pastoral del presbítero Darwin Medina. Esta nueva zona pastoral, formaba parte del vasto territorio de la comunidad San Francisco de Asís con sede en Reitoca, con el objetivo de una mayor atención pastoral y teniendo en cuenta, la madurez cristiana de la comunidad de creyentes que en ella caminan.

Realidad

La hermana María Elena Sandoval, de las Misioneras del Sagrado Corazón, realiza su acción pastoral en esta comunidad. Ella comenta que existen 22 comunidades organizadas con consejos comunitarios en las dimensiones que propuso el Sínodo. “Ha habido una mayor atención a los agentes de pastoral. Es un municipio muy bendecido con abundantes vocaciones, tanto a la vida religiosa como al sacerdocio, entre ellos los presbíteros Pedro Pablo Barahona, Carlos Rubio, Monchito y Alejandrino que en paz descansen”, según detalla.

Historia

Para el padre Pedro Pablo Barahona, oriundo de este lugar, es importante destacar que, previo a su caminar ahora como nueva parroquia, ha tenido la atención de muchos sacerdotes diocesanos, pero también hubo presencia franciscana, porque está la cruz de la misión allí en Curarén y también es muy probable la presencia de otras congregaciones religiosas. “Curarén es uno de los pueblos más antiguos, teniendo una Iglesia que data de 1614, hecha netamente por los indios y apoyada por un grupo de españoles que estuvieron anclados en una aldea arriba de Reitoca”, afirmó el presbítero.

Alegría

La creación de esta parroquia es de suma alegría para la feligresía, quienes esperan con ansia la toma de posesión de su primer párroco y sobre todo, el inicio de su historia como parroquia, como comunidad sinodal que caminan juntos en la construcción del Reino de los Cielos. La profesora Anilda Elena Cruz Ramírez, indicó que, “Nnosotros los curarenes hemos estado esperando (ser parroquia), es una gran bendición, estar bajo la protección de Nuestra Señora de la Candelaria”.

Un templo envuelto por una leyenda

El templo colonial de Curarén, es famoso por la leyenda que, se remarca de su historia, ya que, la tradición local, aduce su construcción al diablo, que luego de hacer un pacto con los pobladores, perdió una apuesta y enojado, dejó impregnado su malestar en una de las paredes del templo.

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