Vestido de camiseta azul, uniforme característico de la prisión. Entró el acusado a la sala del tribunal, mientras el interprete hablaba a través del micrófono. Acompañado por 3 alguaciles, uno de pie detrás de él y dos más junto a la puerta del bloque de las celdas por donde él entró, Juan Orlando Hernández Alvarado (JOH), señaló su corazón, mirando a alguien en la galería.
En ese momento entra el juez senior de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Kevin Castel, quien pronunció las palabras: “Estamos aquí para el caso Estados Unidos vs Juan Orlando Hernández”; al mismo tiempo y dirigiéndose al abogado defensor del acusado (Raymond Colón) el juez pronunció: “Tengo una acusación sustitutiva, señor Colón, ¿el acusado lo ha discutido con usted?”.
En ese momento el abogado Colón contesta: “Sí”. El juez procese a dirigirse al acusado y le pregunta: “¿Cómo alega?”, a lo que JOH responde: “No culpable, su Señoría”. Inmediatamente Castel, solicitó escuchar los descubrimientos realizados por las Asociación del Ejercito de los Estados Unidos (AUSA, por sus siglas en ingles).
AUSA: “Tenemos archivos electrónicos que incluyen mensajes de redes sociales del acusado. Estamos a 60 días de completar la producción”. Prosiguiendo con las preguntas el juez Castel a las autoridades: “¿Tienen escuchas telefónicas y órdenes de allanamiento?”, a lo que estas respondieron con un afirmativo “Sí”. Seguidamente Castel, procedió preguntar si había “¿alguna declaración posterior al arresto?”, respondiendo AUSA: “No”.
Regresando al abogado, el juez prosiguió: “Señor, Colón, ¿alguna moción?”. A lo que Colón responde inmediatamente “Sí, señor”.
“¿Qué tal si regresa en 120 días para hacer cualquier moción?” propuso el juez al abogado, por lo que este último contesta de forma afirmativa. Una vez tomada la decisión Castel, indica: “Entonces, la segunda quincena de septiembre…”; Por otro lado, JOH toma notas en una libreta legal amarilla, a su vez, una mujer en la primera fila le susurra la interpretación al oído.
Asimismo, el juez expone que “el 28 de septiembre a las 11 a.m.” será la cita e inmediatamente Colón interrumpe diciendo: “Me gustaría dejar constancias de algo. Tengo el honor de representar al expresidente de Honduras. La gente de la galería desea mostrar su admiración por él (?)”.
Mientras tanto, afuera en Worth Street, una multitud cantan para que Hernández Alvarado reciba al menos la misma sentencia, más treinta años que su hermano Tony Hernández recibió.
Regresando al tribunal, Colón, asevera que: “Fue difícil conocer a mi cliente en el MDC. Socava la 6ª Enmienda. No debería tener que hacer un proceso diario de investigación”.
“A mi cliente, desde que llegó, se le han negado privilegios de comisario. Hemos intentado depositar dinero pero es rechazado. Ha estado allí durante 20 días sin ningún acceso al economato. No se le ha permitido llamar a su familia.”. “Mis asistentes legales pueden entrar a verlo, pero yo no puedo. No creo que esté en ninguna lista de vigilancia. También se le ha negado el acceso a los correos electrónicos. Está en una unidad segregada. Entiendo. Fui asistente de la comisión de cárceles en NY (?) pero ¿por qué no hacer ejercicio?”. “Está en K.H.4, es el único preso allí. Está siendo tratado como un prisionero de guerra. En la cancha de baloncesto no se le da una pelota.”.
Para finalizar su argumento, el abogado defensor comunicó lo siguiente: “No es un terrorista. No ha hecho daño a nadie…”. En ese momento se escucha una tos fuerte en la galería. dando a entender que muchos no están de acuerdo en que JOH “no ha perjudicado a nadie”.
Por su parte, el juez da una orden: “Me gustaría que los fiscales investigaran cualquier restricción en el acceso del Sr. Colón a su cliente, y que me informaran en una semana, siete días. Si hay material que necesita estar bajo sello, que así sea, puede serlo.”, incorporando que “en cuanto a su colocación en la SHU (Unidad de Vivienda Especial), no es lo que hacemos como poder judicial. Señor Colón, después de ese informe, podría escribirme.”
Por otra parte, las autoridades de AUSA responden: “Estamos determinando si se necesitará una sesión informativa clasificada. Lo diremos en 60 días.”, anexando que: “Nos movemos para excluir el tiempo bajo la Ley de Juicio Rápido hasta el 28 de septiembre”
Por último, Castel manifestó lo siguiente: “Tengo la intención de elegir una fecha de juicio el 28 de septiembre, y el martes 17 de enero de 2023 trabajaría para un juicio. Aplazado”.
Esta crónica se realizó con base al hilo publicado en Twitter por Matthew Russell Lee (Inner City Press).