Santa Margarita María Alacoque, a quien el Señor le reveló su Sagrado Corazón, insistía vehementemente que Jesús tiene un deseo ardiente “Derramar bendiciones con una generosidad verdadera a quien honre a Su Divino Corazón”. El Papa Francisco, al meditar sobre esta devoción, explica que, “En el costado abierto de Jesús, Él nos muestra y nos dice: Me interesas, tomo en mi corazón tu vida. Pero también dice: Haz esto en memoria mía: cuida de los de- más. Con un corazón. Es decir, tener los mismos sentimientos que yo, toma las mismas decisiones que yo”.
Promesa
Dagoberto Ordoñez, integrante del grupo de oración Sagrado Corazón de Jesús de la parroquia San Juan Bautista, explica que, “El ardiente deseo que tenía de ser amado Jesús por los hombres y apartarlos del camino de la perdición motivo al Señor para otorgar las 12 promesas que haría a sus devotos, teniendo en cuenta lo que le dijo a Santa Margarita. Es importante señalar que, estas promesas están dirigidas a todo tipo de personas: a las fervorosas, a las tibias y sobre todo a los pecadores. Según las meditaciones en torno a cada una de ellas, Jesús busca abrazar a todas las condiciones de vida: sacerdotes, religiosos y seglares.
Consuelo
El presbítero Avilio Zambrano, párroco de la comunidad San Pedro Apóstol, al hablar de estas promesas, indica que, “Nos regala alivio a los que están afligidos fuerza y sabiduría para vencer las tentaciones. Nos consuela y nos transmite Paz”. El presbítero enfatiza que, si estamos en momentos difíciles en nuestra familia, “del Corazón de Jesús brota el amor por eso sus bendiciones son constantes para nosotros y en cualquier lu- gar donde nos encontremos y le invoquemos él nos auxilia”. La promesa más grande es su misericordia y su perdón, que nos lleva a ser personas busca- doras de la santidad y fervorosos en la fe, dejándonos quitar la frialdad de nuestros corazones y atendiendo su llamado dijo.
Espiritualidad
Santo Hernández, devoto del Sagrado Corazón explica que esta devoción, “Es el mismo Cristo que se manifiesta en su corazón a todos los hombres, con todos los tesoros de su amor, porque es infinita su misericordia, ya que somos frágiles y débiles pecadores y necesitamos de su gracia, de su santificación y sobre todo lo más importante la salvación que lo que buscamos todos”. Hernández amplia al indicar que, los beneficios espirituales que nos otorga esta devoción, hacen que cada día seamos mejores, nos santifica y nos lleva a tener paz en nuestra vida, porque muchas veces nos inquieta el ruido del mundo.
Al confiar en Jesús y su sacratísimo corazón, recibe alivio a los afligidos, resistencia a la tentación, consuelo a los afligidos, paz a las familias, bendiciones en el hogar, el éxito en nuestras empresas, la misericordia al pecador, alta santidad a las almas fervorosas, valor para los corazones fríos. Prometen fuerza y valor en nuestro lecho de muerte, y nos hablan del don inestimable de la perseverancia final y de un refugio en el Corazón de Jesús en el último momento de vida.
Sentido del Corazón
En el lenguaje bíblico tiene un significado mucho más amplio, porque indica a toda la persona en la unidad de su conciencia, inteligencia y libertad. El corazón indica la interioridad del hombre, pero también su capacidad de pensamiento: es la sede de la memoria, el centro de las elecciones, de los proyectos.
1 Condiciones
Recibir la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva y sin ninguna interrupción. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final y ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.
2 Tibieza
Para luchar contra la tibieza, el único remedio es la devoción al Sagrado Corazón, que vino “A traer fuego sobre la tierra”, es decir, para inspirar a los corazones fríos y tibios con un nuevo temor y el amor de Dios.
3 Devoción
Pero, ser devotos no sólo significa ser destinatarios de las promesas del Sagrado Corazón, sino vivir en una cercanía con Jesús que permita obedecer lo que nos pidió: “Aprendan a de Mí, que soy manso y humilde de corazón” y dejarse incendiar el propio corazón.