Conozca el origen de los Reyes Magos

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Los conocemos como Melchor, Gaspar y Baltasar. La religión católica los sitúa como uno de los muchos visitantes que se postraron ante el Niño Jesús para adorarlo poco después de nacimiento en un evento conocido como Epifanía.

Lo que dice la Biblia de los reyes magos

La primera alusión a estos hombres fue en el Evangelio según San Mateo Capítulo 2, Versículos 1 al 12: “Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?». Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra”. El misterio de su figura es que jamás se mencionan sus nombres, ni su procedencia, ni si eran tres, algo que contrasta con la información que tenemos en el presente sobre ellos.

¿Por qué magos?

En la antigüedad, la palabra “mago” hacía referencia a los “sabios”, hombres de gran conocimiento en diversas artes. Cuando se menciona la aparición de una estrella que los guía hasta el lugar de nacimiento de Jesús es muy probable que se refiera a que los sabios tenían amplios conocimientos en astrología y se guiaron por las estrellas para dar con el sitio correcto. Es muy probable que viajaran desde sitios como Arabia, Mesopotamia o el este de Palestina hasta Belén.

Tres Reyes Magos

Se le adjudica al escritor y teólogo del siglo III Orígenes, importante teólogo cristiano, la responsabilidad de proponer que fueran tres magos en relación a los obsequios que recibió Jesús al nacer: oro, incienso y mirra. Desde comienzos del siglo II se les representaba solo como nobles persas, como se puede atestiguar en las pinturas de las catacumbas de Santa Priscila.

Después se les comenzó a presentar como reyes en el arte a partir del siglo VIII. En ese mismo siglo, los reyes magos recibieron los nombres de Bithisarea, Melchior y Gathaspa hasta derivar en los actuales Baltasar, Melchor y Gaspar. Ya en la Edad Media fueron incluso venerados como santos. Como vemos, su figura ha ido mutando con el paso del tiempo para adaptarse a las creencias, necesidades y costumbres de cada periodo histórico. Hoy son parte de la cultura popular y son vistos como figuras amistosas que llevan la ilusión a cada hogar donde hay un niño preparado para recibir un obsequio para iniciar con plena felicidad el año.

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