Confirmados se convierten en servidores de la Iglesia y de la comunidad

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En el domingo, Día del Señor, un grupo de hombres y mujeres de la capital, bajo la imposición de manos de Monseñor José Vicente Nácher, arzobispo de Tegucigalpa, han sido confirmados en la fe, convirtiéndose en nuevos soldados de Cristo.

A partir de hoy, la parroquia Nuestra Señora de la Visitación, ubicada en la colonia Nueva Suyapa, cuenta con 39 nuevos soldados de Cristo, quienes hoy han dicho sí al llamado que Dios les hizo y se han comprometido a hacer brillar la luz de Cristo.

Al dirigirse a los confirmados, el arzobispo les hizo conciencia del compromiso que han asumido: “No se engañen a ustedes mismos ni a nosotros, recibiendo un sacramento que les sea indiferente o al que no estén dispuestos a esforzarse de verdad. Ustedes son ungidos por el mismo espíritu de Cristo, que es para siempre. Lo fundamental de Cristo, ustedes, yo, nosotros lo recibimos como un don porque le pertenece, este espíritu nos hace capaces de formar parte de ese misterio que este mundo no comprende, pero que nosotros anunciamos como verdad”.

Horas más tarde, Monseñor Vicente se dirigió hasta la parroquia El Calvario de Comayagüela, donde un total de 65 catequizandos, entre jóvenes y adultos, teniendo a la comunidad como testigos, lo esperaban para renovar sus promesas bautismales y recibir una vez más la efusión del Espíritu Santo.

Para este nuevo grupo de servidores de la Iglesia y de la comunidad, también hubo unas palabras por parte del arzobispo: “Ustedes han sido consagrados con la luz del Espíritu Santo, esa luz que han recibido expresa la luz de sus corazones que van a llevar a transmitir a los demás, así como esta luz fue encendida por contacto transmitida, así también la esperanza que habita en ustedes llévenla al mundo”.

Es propicio recordar que con la Confirmación se logran recibir los siete dones del Espíritu Santo, estos son: Sabiduría, Entendimiento, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Temor de Dios. Por eso, el cristiano fortalece su fe y se compromete a vivir actuando conforme a la voluntad de Dios.

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