En una jornada inaugurada por Monseñor José Vicente Nácher, Arzobispo de Tegucigalpa, los miembros parroquiales de las Obras Misionales Pontificias (OMP) desarrollaron un taller de formación previo a la Semana Santa, con la finalidad de instruir a los misioneros hacia una evangelización más permanente.
Monseñor José Vicente recordó que “la Iglesia no se debe cansar de ser misionera”, enfatizando que Dios espera mucho de su pueblo y que el anuncio del evangelio debe ser cotidiano. “La mies es mucha y los obreros son pocos”, nos dice la Sagrada Escritura y, ante esta necesidad, la alternativa llama a generar talleres donde se involucren las personas que de antemano tienen en su sangre el don de misionero.
El Presbítero Walmer Padilla, coordinador Arquidiocesano de las OMP, señaló que la formación instruye y anima a quienes se lanzan a la misión, sobre todo en este tiempo cuaresmal y de Semana Santa. El Padre Padilla subrayó que “la Iglesia no puede estancarse y si no nos convertimos en discípulos misioneros, no podemos ser Iglesia”.
Por su parte, Glenda Moncada, coordinadora de las OMP en la Arquidiócesis, manifestó que servir en la misión le ha permitido darse a los demás y que no se trata de apropiarse del don que Dios nos ha dado, teniendo en cuenta las palabras del apóstol Pablo, que nos invitan a humillarnos para que Cristo crezca. La misión supera los límites y con esto se cruzan fronteras, logrando que la evangelización se expanda hasta lo más recóndito de la tierra.
Cada uno emprende su caminar en el tiempo, y en la vida es fundamental servir cuando se trata de llevar la palabra de Dios.