SANTA ROSA DE COPÁN, COPÁN.- La Palabra de Dios toca la vida, cayendo en terrenos de nuestro ser que necesitan la fertilidad del amor de nuestro Creador, quien nos ama y que dejando el cielo vino a nosotros y se hizo vida en la persona de Jesucristo. En este sentido, con la misión de reavivar la fe, hacer misión y ayudar a la Diócesis de Santa Rosa de Copán en la evangelización, expandiendo el mensaje de nuestro Señor Jesucristo, el equipo de itinerantes, párroco y las comunidades que pertenecen al Camino Neocatecumenal de esta zona, han tenido a bien recorrer los fines de semana las principales plazas y parques, ayudando a los hermanos a redescubrir el Bautismo y profundizando esta experiencia cristiana que solo puede ser movida por el Espíritu Santo, que nos hace hablar, cantar, gritar y llevar el mensaje del Evangelio, con el lenguaje del amor en tiempos de muchas dudas para el ser humano. Ante esto Dios viene y te habla al corazón que es donde él quiere vivir.
Esta actividad se llevó a cabo con el acompañamiento del Obispo Emérito de Santa Rosa de Copán, Monseñor Darwin Andino, quien expresó que “En estos tiempos nosotros tenemos que estar muy cerca de la Palabra, celebrando en la comunidad o asistiendo a los templos, porque la Palabra es nuestro alimento, porque hay por allí tanta palabra de éxito, de fiesta, vacía y sin sentido, que no ayuda a enfrentar la vida como tiene que ser”.
El Obispo también expresó que “Ante esto, viene la Palabra de Dios que es luz, que se nos da a través del Espíritu Santo en el Bautismo y la Confirmación, la que es propicia para estos tiempos que solo se piensa en el poder, el placer y disfrute”.
El prelado recordó que también que “Dios viene y nos dice que quiere morar en cada uno de nosotros, hoy en mundo acelerado y lleno de convulsión y fantasía y fiestas sin sentido, cuando la verdadera fiesta es cuando Dios mora en nuestro corazón. Por eso necesitamos que Jesucristo sea anunciado, seguirlo a él y no al mundo, vino a cambiar todo, haciéndote ver que eres santo, que tu cuerpo es santo, para hacer su voluntad, no la nuestra”. Por su parte, Rosa María Romero Oviedo, misionera parte del equipo itinerante procedente de Nicaragua, recalcó que “Jesucristo ha resucitado y viene a nosotros, nos abre las puertas del cielo, haciendo una intercesión, presentando sus llagas gloriosas al Padre por tus pecados y por los míos; eso es lo que tenemos que celebrar, por eso nos ponemos en las calles, por eso salimos a las plazas y gritamos al otro”. Oviedo de origen nicaragüense, expresó también que “si hay alguien que está en el infierno como un día estuve yo, alégrese, porque Jesús ha resucitado y viene con nosotros en nuestro auxilio”.