El Papa Francisco ha publicado su mensaje para la Cuaresma de 2025, titulado “Caminemos juntos en la esperanza”. En él, el Santo Padre invita a los fieles a emprender este tiempo litúrgico como un camino de conversión, sinodalidad y confianza en Dios. Aprovechando la gracia del Año Jubilar, Francisco propone reflexionar sobre tres aspectos fundamentales de la vida cristiana: caminar, hacerlo juntos y vivir en la esperanza de la promesa divina.
El llamado a caminar en conversión
El Papa recuerda que la Cuaresma es una peregrinación espiritual que inicia con la imposición de las cenizas, un signo de humildad y arrepentimiento. Inspirándose en el éxodo del pueblo de Israel, Francisco invita a reflexionar sobre la condición de los migrantes y los peregrinos, y a cuestionarse: «¿Estoy realmente en camino o me encuentro estancado, atrapado en mi zona de confort?» Este ejercicio, según el Pontífice, ayuda a descubrir las áreas de la vida en las que se necesita una verdadera conversión.
La sinodalidad: caminar juntos
Francisco enfatiza que la vocación de la Iglesia es avanzar unida, en un espíritu de sinodalidad. “Los cristianos están llamados a hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios”. Esto implica fomentar la unidad, la escucha y la paciencia, evitando actitudes de superioridad, envidia o exclusión. El Papa invita a cada comunidad a examinar si realmente acoge a los demás o si se encierra en sí misma.
«Preguntémonos ante el Señor si somos capaces de trabajar juntos como obispos, presbíteros, consagrados y laicos, al servicio del Reino de Dios», exhorta el Papa, subrayando la importancia de construir comunidades donde nadie se sienta marginado.
La esperanza que no defrauda
El mensaje culmina con un llamado a confiar en la esperanza cristiana, que tiene su fundamento en la resurrección de Cristo. Citando a San Pablo y al Papa Benedicto XVI, Francisco recuerda que la esperanza no es una ilusión, sino una certeza fundamentada en el amor de Dios. «Jesús, nuestro amor y nuestra esperanza, ha resucitado, y vive y reina glorioso», afirma el Pontífice.
Asimismo, llama a preguntarse: «¿Poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o actúo como si pudiera salvarme solo?» De esta manera, el Papa invita a los fieles a vivir la esperanza con acciones concretas que promuevan la justicia, la fraternidad y el cuidado de la casa común.
Un camino cuaresmal con María
El mensaje concluye encomendando el camino cuaresmal a la Virgen María, Madre de la Esperanza. Inspirado en las palabras de Santa Teresa de Jesús, Francisco exhorta a perseverar en la fe y la oración, confiando en la promesa de Dios.
Con estas reflexiones, el Papa Francisco anima a los cristianos a vivir la Cuaresma de 2025 con un corazón abierto, dispuesto a caminar en conversión, unidad y esperanza.