Siempre guiados bajo la acción del Espíritu Santo, se ha continuado con el desarrollo de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, la que siempre comienza con una oración matutina para dar gracias a Dios y encomendar la jornada.
Esta vez el tema a tratar fue ” La sinodalidad del pueblo de Dios”, el cual constituyó como otros de mucho interés para el caminar de nuestra Iglesia, como todos los días los panelistas analizaron muchas realidades que hacen que este encuentro alcance sus objetivos y se clarificando los desafíos que se deben adquirir.
La Hermana Dolores Palencia, quien asistió de forma presencial al encuentro es miembro del Consejo del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral CEPRAP, ella manifestó lo importante que es esta Asamblea para encontrar puntos de partida y dijo que” Hemos caminado mucho en estos días, hemos escuchado, hemos dicho nuestra palabra, esa palabra ha sido acogida y retomada, estamos en un momento importante del nosotros, estamos en ese momento clave del discernimiento creo que debemos estar muy atentos a las trampas que nos puede poner el mal no se trata de hacer sobresalir nuestra voz, no se trata de defender nuestra posición, no se trata de que mi tema quede escrito, se trata de escuchar al Espíritu en el seguimiento de Jesucristo, hoy en el seguimiento de nuestra realidad de América Latina y El Caribe pero para el mundo y para la Iglesia Universal”.
La Religiosa añadió que nuestro corazón debe estar atento hoy de al Espíritu que en estos tiempos y en estos grupos de escucha esté finamente amarrado al Espíritu para escuchar el soplo, la palabra por pequeña o insignificante que sea.
La segunda participación de la jornada estuvo a cargo de Rafael Luciani, quien es parte del Equipo Teológico del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM, él de forma virtual expresó entre tanto, que la participación de la mujer debe ser importante en la Iglesia. ” Que lindo sería que los documentos magisteriales tuvieran el corazón y la mente de las mujeres y no solamente de hombres o de obispos quienes los escriben o de teólogos varones y por último Aparecida nos deja ese gran reto con lo que la Hermana Dolores y yo terminábamos, falta una recepción plena del laicado como sujeto en la Iglesia y cuando digo el laicado me refiero a las mujeres, a las religiosas, laicos y laicas de la Iglesia”.
El Padre David Jasso, quien fue el moderador de este panel dijo al final que ojalá que los asambleístas mantuvieran una vela encendida como se ha dado en todo el encuentro, para que sea esa misma luz, ese espíritu que les haga encontrar nuevos caminos para encontrarnos como Iglesia.