Apostolado del Cruz cumple 125 años de evangelización

Este domingo 3 de mayo, que popularmente se celebra la Santa Cruz, se conmemora el aniversario de la primera Obra fundada por la beata Conchita Cabrera

Llamados a santificarse y a orar por los sacerdotes, el Apostolado de la Cruz es una comunidad que se guía bajo la espiritualidad de la Beata Concepción Cabrera. Este domingo se conmemoran 125 años de su fundación.

Celebración El Padre Vicente Monroy, vicedirector del Apostolado de la Cruz señaló que celebrarán una Eucaristía transmitida por las redes sociales desde la cripta de la fundadora, “nos reuniremos con el Resucitado y con nuestra madre, unidos lo más que podamos, agradeciendo al Señor nuestra vocación común, manifestando nuestro amor y seguimiento y celebrando nuestra comunión fraterna. En todos los sitios, en donde hay presencia de esta obra de la cruz, encomendarán al Señor los frutos espirituales de su misión.

 Espiritualidad El Apostolado de la Cruz llega a Honduras en 1986, gracias a la misión de varias personas, entre quienes se destacan la hermana Lía del Carmen Novelo y Francia Valenzuela. Blanca Rodríguez, coordinadora del Apostolado de la Cruz en Honduras, al hablar sobre la espiritualidad de esta acción pastoral, manifestó que “Conchita nos ha dejado un legado, orar por nuestros sacerdotes, salvar almas y vivir la vida con Cristo, sacerdote y víctima”. Por su parte, Victoria Navarrete, es una de las primeras integrantes de la obra en el país, ella comentó que pertenecer al apostolado de la cruz “cambia y transforma nuestras vidas”.

“Esta espiritualidad me ha ayudado a comprender que el camino de la santificación me lleva a hacer todo por Cristo y en Cristo para la salvación de los hombres” Consuelo Murillo, Apostolado de la Cruz

Santidad Alexis Quiroz dijo que celebrar 125 años les llena de mucha alegría, porque gracias al Apostolado de la Cruz, aprendió que hay esforzarse “día a día por ser santos como nuestro Padre celestial es santo, para eso tenemos que servir al prójimo y amar entrañablemente como Él nos ama”.  Consuelo Murillo recordó que “Nuestra misión es el ofrecimiento continuo y la oración por la santificación y multiplicación de nuestros sacerdotes”.