Del 18 al 25 de enero, se conmemora la semana de oración por la unidad de los cristianos, un gesto promovido por el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias. Para este 2024, han electo como tema, el pasaje de San Lucas, capítulo 10, versículo 27, que se resume en el mandamiento más importante, “Amarás al Señor tu Dios…y a tu prójimo como a ti mismo”.
Camino
Monseñor José Vicente Nácher, Arzobispo de Tegucigalpa, destaca que la Iglesia celebra en estos días, universalmente la semana de oración por la unidad de los cristianos. “Lo que se nos pide está en el mismo título, orar por esto, ya el momento en que se dé, corresponde al Señor, a nosotros nos corresponde, estar unidos entre nosotros dentro de la Iglesia Católica, primer punto y después, estar orando por todos los que creen en Jesucristo como el redentor único y verdadero. Rezar por la unidad de los cristianos es necesario e importante para nosotros y nos hará mucho bien hacerlo”, afirmó.
Carlos Fernando López, Seminarista de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, que ya está viviendo su experiencia pastoral, previo al Sacramento del Orden, recuerda que, La semana de oración por la unidad de los cristianos “Nos recuerda que es voluntad de Jesucristo que todos seamos uno, como él y el Padre son uno. De esta manera comprendemos que es un deber cristiano procurar la unidad entre todos, pero, sobre todo, la unidad entre los cristianos”.
Amor
Teniendo como lema, el mandamiento del amor indicado por Jesús es un elemento crucial para entender la unidad. El Padre Patricio Larrosa, Vicario General de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, así lo manifiesta, al indicar que, “Tendríamos que estar unidos en el amor que el Señor nos propuso para vivir como una familia y un solo cuerpo unidos a Él y al servicio del mundo, que es a lo que el Señor siempre nos invita, a servir en la sociedad, en nuestras familias, en nuestro trabajo. Trabajar unidos en el proyecto de Jesús”.
Estas palabras, se confirman con la certeza de su testimonio de servicio a los más pobres. “Yo tengo la suerte que he conocido muchas personas que pertenecen a algún otro grupo religioso y que, al momento de servir a las personas más necesitadas, están muy de acuerdo, colaboran en algunos proyectos y para servir a los demás, podemos estar todos de acuerdo y trabajar en equipo”, dijo.
Dificultades Trabajar por esta unidad es algo complejo. Es por ello que, el Presbítero Ovidio Rodríguez, Párroco de la comunidad Divino Niño de Tegucigalpa, afirma que, “Con muchos de ellos (protestantes) se puede lograr, pero con los que tienen un nivel cultural religioso alto, se puede dialogar, pero con los grupos que surgen en las colonias populares, el fanatismo es grande todavía”. El Presbítero añade que, “la unidad no significa absorber al otro, sino que buscar líneas de comunión, en medio de la diversidad, es más lo que nos une, que lo que nos separa, hablar de unidad de los cristianos, por favor no entienda absorber a otro, decir hermanos esperados creo que tampoco es apropiado, hablamos de hermanos separados”.
ORACIÓN POR LA PAZ
El día 1 de enero se tuvo en muchos puntos de Honduras, una oración por la paz de manera ecuménica y según Monseñor José Vicente Nácher, “nos hemos sentido muy honrados de poder estar junto a hermanos de otras confesiones, porque todos compartimos el deseo sincero de la paz en el mundo y la fe en Jesucristo, príncipe de la paz”.
OPINIÓN
“La verdadera unidad se da en el amor”
P. Alberto Enamorado, Párroco Divina Providencia, Tgu.
Si vivimos una semana de oración, debemos entrar en un verdadero diálogo, un diálogo profundo con Dios y más si buscamos la unidad, que es lo que el Señor nos pide. Él que vive en la unidad con Jesús y con el Espíritu Santo, hoy cada uno de nosotros, lo que tenemos que hacer y que lo que el Papa también nos invita, es que veamos en el rostro del otro a ese hermano, ver que podemos ser aquellos que podemos entregar amor y recibir amor en todas sus manifestaciones. Si realmente tenemos algo que hacer en esta semana, es orar por la unidad de aquellos que también por alguna razón, se sienten desunidos, desligados de su propia fe, de su propia humanidad, porque solamente así, podremos construir lo que Dios nos manda, que es un reino de unidad. Cualquier reino dividido, se ve destruido, así nos lo recuerda la Palabra de Dios. En cambio, cuando oramos por la unidad, somos más fuertes y en esto, el Papa nos quiere lanzar ese gran reto, para buscar la unidad, la fuerza como Iglesia. Las primeras comunidades cristianas se caracterizaban por el amor. Un ejemplo claro de esto, lo vivimos con el Sínodo, no significa que pensar diferente, no podamos realmente llegar a acuerdos, los diálogos, el sabernos escuchar, implica que nos podamos sentar y que como cristianos, como personas civilizadas en esas verdaderas negociaciones, es decir, en donde yo sepa que no tengo que ganar siempre, sino que, entendiendo al otro, no significa que yo voy a perder, sino más bien, ganamos todos. Eso es lo que caracterizaba a las primeras comunidades cristianas, por eso lo tenían todo en común y eran admirados realmente, por como compartían, la verdadera unidad se da en el amor, que me hace aceptar tus ideas, tu manera de ser, eso me hace que otros me lleguen a aceptar, es decir, hablamos de una palabra muy clave, es la empatía. Sentir compasión, por todos aquellos que están necesitados.
