El alcoholismo es un trastorno de la conducta basado en el consumo de grandes cantidades de bebidas etílicas o alcohólicas de forma prolongada en el tiempo. Esta conducta acarrea graves consecuencias de diversa índole, siendo muy destructiva.
Generalmente, las principales razones del inicio en el consumo de alcohol apuntan a factores sociales. Los jóvenes suelen comenzar a beber cuando en su entorno más cercano, como suele ser su grupo de amigos, con el que salen y se relacionan, el consumir alcohol se ve como algo que propicia la diversión y les hace formar parte del grupo.
Escenarios que llevan a que ocurran muchos accidentes de tránsito, lo que se ha convertido en la segunda causa de muerte violenta en la región hondureña, según los datos de la oficina de comunicaciones de Medicina Legal del Ministerio Público.
En demasiadas ocasiones, el problema viene de alteraciones psicológicas, como depresiones, ansiedad, pues el alcohol tiene efectos depresores sobre el sistema nervioso, actuando como ansiolítico, estrés, problemas de autoestimas o alteraciones de la personalidad.
La prevención del alcoholismo. en adolescentes ha de realizarse en numerosos ámbitos, siendo necesaria una intervención multidisciplinar. Además ha de hacerse a todos los niveles posibles, desde los individuos por separado, hasta los grupos de amigos, las familias, los centros escolares y los medios de comunicación.
De igual manera las familias deberán ser un apoyo fundamental dentro de la vida de quienes enfrentan esta enfermedad, por lo que deberán buscar ayuda psicológica y superar estas barreras que dejan daños sociales y sobre todo en el organismo.