Años atrás, era común ver en los patios de los barrios y colonias como los niños y las niñas se divertían los juegos tradicionales, jugaban trompo, rayuela, tejo, mables, lazo entre otros pero ahora, estos juegos han sido reemplazados por la tecnología.
El sociólogo Armando Orellana nos habla de este fenómeno que se da en la sociedad: “Lo que se ve hoy en el siglo XXI y la sociedad de la información es la tendencia de una práctica casi adictiva de muchos niños que con esto de la tecnología están asumiendo ciertas practicas que los vincula exclusivamente al móvil o a la computadora; en muchos juegos que los mismos padres les han facilitado para que se entretengan, sin embargo con esto los están alejando del vínculo que deben tener con los niños de su misma edad y sus propios padres”.
“Antes en los juegos tradicionales había la oportunidad de compartir esta relación y hacía que se estrechasen las relaciones y que se aprendiese la convivencia. La familia debería de hacer una valoración sobre estos tipos de prácticas y retornar de alguna manera a los juegos tradicionales, jugar al aire libre para oxigenar y poder generar formas de convivencia que permitan fortalecer la personalidad y sobre todo los valores morales, los vínculos, la solidaridad que es necesaria y que se cultivaban a través de estos juegos tradicionales”. dijo el especialista.
