Pues déjame contarte que Dios nos hace cuatro llamados a todos los fieles cristianos a todos, y a partir de estos cuatro llamados nosotros podemos elegir cuál va a ser nuestra vocación especifica.
El primer llamado que recibimos de parte de Dios es el llamado a la vida y este llamado lo recibimos el día de nuestra concepción, Dios nos llama a tener vida y vida en abundancia por eso la Iglesia es pro vida y se opone a cualquier legislación que vaya en contra de la vida, como ser: el aborto, la pena de muerte, la eutanasia, etcétera.
El segundo llamado que recibimos de parte de Dios es el de ser sus hijos y este llamado lo recibimos el día de nuestro bautismo, es decir, Dios nos llama no solo a vivir sino a vivir como hijos de Él.
El tercer llamado que recibimos de Dios, es el llamado a la santidad, si vamos a hacer sus hijos vamos a ser Santos como Él, de tal palo tal astilla, Dios es Santo nosotros somos Santos.
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El cuarto llamado que recibimos de parte de Dios es el que más nos gusta y quizás hace que nos olvidemos de los primeros tres y es el llamado a la felicidad, Dios no quiere Santos tristes ni tristes Santos, Dios quiere que nos realicemos, que seamos plenos, felices, alegres.
A partir de estos cuatro llamados que Dios nos hace nosotros podemos elegir una vocación específica, desde la cual podemos cumplir estos cuatro llamados, ya sea el matrimonio, el sacerdocio o vida consagrada y/o la vida como laico comprometido soltero.