José acogió a María, sin condiciones, siendo una joven Virgen, lo que lo coloca como una figura llena de compromiso.
Desde el punto de vista desde la acción salvífica de Dios, el papel de José, fue de acogida, quien fue reduciendo el sufrimiento y aliviando el dolor, que pudo presentar de manera humana la Virgen María, ante el anuncio del Ángel Gabriel.
La nobleza de su corazón le hace dar a conocer lo aprendido por la ley, figura que es presentada en la actualidad como una figura de respeto, ante los constantes números de violencia contra la mujer que se presenta a nivel mundial, siendo en Honduras un promedio de seis a siete mujeres afectadas por este fenómeno social.
Dios invita a José acoger a María, a Jesús, al mismo Dios, asumiendo esa responsabilidad, es por eso que hoy en día se cuenta con el gran regalo de la Sagrada Familia, pasaje que fue tarea de reflexión en el seguimiento de la novena a San José.
San José, quién tomó el papel de padre para Jesús, es el icono de un hombre valiente, ante los cambios que ha ido presentando la vida, imagen que deberá ser tomada como ejemplo hoy en día.
“La llamada que nos viene de lo alto es acoger sin miedo, con confianza y con mucha fe”. Resaltó Sor María Belén Peña, decana de la facultad de Teología de la Universidad Católica de Honduras.
Palabras que pusieron a reflexionar ante los constantes cambios en el mundo a raíz de la llegada del COVID-19, pensando en el papel que ha jugado Dios, y de la confianza que él mismo ha jugado en estos escenarios.
