El Padre Rodolfo Varela oficio la Misa en la Basílica, en su homilía nos recordó que hoy celebramos al Padre Pío de Pietrelcina uno de los santos más famosos que tenemos en la actualidad.
El padre Rodolfo sostuvo que, San Pío de Pietrelcina conoce el sufrimiento de primera mano nos habla de cómo cada cristiano que va bien encaminado hacia la eternidad puede ser considerado como una piedra de edificación para la iglesia eterna.
Nos aclara como buen constructor, “recordemos que antes las iglesias se construían de piedra a la piedra había que pulirla para que tomara la forma adecuada y como se pule las piedras nos dice el Padre Pío a punta de martillo y cincel, es decir si vamos bien encaminados a la eternidad vamos a ser pulido a punta de martillo y cincel”.
Además dijo “no es que vamos a caminar por un jardín de rosas sin espinas, vamos a caminar el camino de Jesús el camino de la cruz, y en ese caminar nosotros podemos caminar de dos formas, con soberbia o con caridad, como saber que estamos caminando con soberbia nos dice el padre Pío, la soberbia engendra división”.
Evalúate tu prosiguió, si en tu comunidad, en tu lugar de trabajo, caminas creando división o hay división es porque hay soberbia allí, en cambio cuando se camina con caridad, el fruto que sale es la unidad, la soberbia divide, la caridad une y cuando estamos unidos podemos cumplir el mandato del Señor.
El Señor manda a la Iglesia primero a buscar a los descarriados, ir por aquellos que se han alejado del camino del Señor, sea por la misma soberbia que dividió la comunidad y terminó alejando a los más débiles o por cualquier otra razón.
Segundo, manifestó, como Iglesia estamos llamados a fortalecer los débiles en la fe, dándoles alimento sólido, enseñándoles la doctrina correcta orando por ellos, orando con ellos, y el Señor también que nos manda como Iglesia integral, nos envía también a curar a los enfermos y a vendar a los heridos, nos dice el Padre Pío.
Es decir no solo nos enfocamos en el área espiritual señaló, sino también en el área integral a nivel material, como dice Santiago en una de sus cartas, si llega una persona hambrienta y con frío, si usted le dice acobíjate, y aliméntate, pero no le das nada para cobijarte y alimentarte, nada estás haciendo, tu fe está muerta, nosotros tenemos una fe espiritual que se ve reflejada en las obras materiales.
