San Mateo proclama en el capítulo seis que hay que “Buscar primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se dará por añadidura”. Una realidad hecha vida en el Padre Josué Danny Hernández que dejó su profesión y un futuro “prometedor” a los ojos del mundo, para seguir al Señor y proclamar su reino, un reino de justicia, verdad, amor y paz.
Historia
Su camino vocacional, comienza en el hogar, según señala, porque “La semilla de la fe que inculcó mi madre, finalmente dio su fruto”. Proveniente de una familia pequeña, confiesa que “vivíamos del pelo” ya que su padre era barbero, profesión que no le llamó la atención, pero que le ayudó a descubrir una de sus grandes pasiones, la lectura. “Aprendí a leer en la barbería, con las revistas y paquines”. Los primeros libros que leyó fueron los de Julio Verne y dependiendo del libro que leía, así eran sus sueños. Quiso ser astrónomo y considera que “en Honduras la gente si lee, pero perdemos mucho el tiempo en cosas que no valen la pena leer”.
Juventud
A medida fue creciendo, su amor por la lectura también aumento. Los años pasaban y él no pensaba en un inicio, dedicar su vida al ministerio sacerdotal. Tenía novia, había concluido su carrera universitaria y aunque era católico, su asistencia a la Iglesia no era tan constante, pero la muerte de su madre, fue uno de los motivos para que se motivara a asistir más a la parroquia y participar más de la Eucaristía. En ese momento tenía 25 años.
Carrera
Con una sana jocosidad que le caracteriza, bromea diciendo que “por consejo de mi abuela estudié derecho, ya que ella me preguntó lo que iba a estudiar y cuando le comenté que Derecho, ella le dijo que eso era buenísimo para la columna”, lo cierto, es que concluyó su carrera y durante seis años ejerció en su bufete, pero hacía falta algo. “En las horas de oficina, mientras estaba en el bufete y cuando hacía mi camino de regreso a casa estaba esa inquietud, que Dios me llamaba”, esa búsqueda encontró una respuesta a los 27 años dejándolo todo e ingresó al Seminario.
“Cristo se ha encontrado conmigo a través de la Palabra. Amar las Escrituras es uno de los elementos claves de mi vocación” Padre Josué Danny Hernández
Formación
El Padre Josué Danny, que estaba acostumbrado a percibir un salario, tuvo que adaptarse a su nueva condición, según confiesa, antes de ser sacerdote, “lo que más gastaba era en libros, los padres en el Seminario me dieron la oportunidad de dar algunas clases, ya que yo era abogado, eso me ayudó con los gastos”. Durante este tiempo, uno de sus lugares preferidos era la biblioteca, en la que sirvió como bibliotecario por dos años.
Servicio
Al concluir sus estudios en la casa de formación sacerdotal, fue enviado a la Parroquia La Guadalupe de San Pedro Sula, allí fue su primera experiencia de cercanía constante con la comunidad. Sirvió como diácono y sus primeros años de sacerdote. Para recordar este momento sublime en su vida hace una referencia a los tres mosqueteros que, según el libro de Alejandro Dumas, no eran tres, sino que llegan a ser cuatro para indicar que, en su ordenación, fueron cuatro los hombres que daban su sí definitivo al Señor. Luego fue asignado a la Parroquia Nuestro Señor de las Misericordias en donde cumplirá el próximo nueve de octubre, 10 años de servir al Señor a través del ministerio sacerdotal. Desde el año 2011, el Padre Josué Danny fue nombrado asesor diocesano de la Pastoral Familiar en San Pedro Sula. “La Pastoral Familiar ha sido un aprendizaje, estoy muy contento con el equipo que tengo”, afirmó.
Conozca al Padre Josué Danny Hernández Guzmán
Nació el 25 de julio de 1974 en San Pedro Sula. Tiene una licenciatura en Derecho e ingresó al Seminario en 2003, con 27 años. El 6 de febrero de 2010 fue ordenado diácono y el 9 de octubre del mismo año, es consagrado sacerdote. Es actualmente el párroco de la comunidad Nuestro Señor de las Misericordias. Además, sirve como profesor de la Universidad Católica Nuestra Señora Reina de la Paz en San Pedro Sula desde 2011.