La crisis migratoria en Honduras ha sido un tema de nunca acabar. Desde el año 2013 se desnudó un problemática muy grave en donde se vio como muchos adultos salían acompañados de sus hijos, y una gran cantidad de ellos eran menores de edad.
Los niños y niñas que retornan al país, lo han hecho vía terrestre a lo largo de todos estos años, y es en centros como Belén en San Pedro Sula u otros sitios que atienden las hermanas Scalabrinianas, en donde se han podido contabilizar cientos de pequeños que regresan solos ya que sus padres no soportaron la tortuosa ruta migratoria.
Ante esto el director de la red Coordinación de Instituciones Privadas por las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (COIRPODEN), Wilmer Vásquez, ha sugerido al Gobierno reforzar los servicios de protección social para familias migrantes. “La nuestro organización que al menos se asegure la provisión de servicios de protección social reforzado para familias de mayor vulnerabilidad como es el caso de las familias migrantes, sobre todo a los niños”, expresó Vásquez.
Atenciones gubernamentales
La titular de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF), Lolis María Salas, reportó que más de 99 mil menores de edad beneficiados correspondiente al periodo 2014-2019. De acuerdo al último informe divulgado por el Observatorio Consular y Migratorio de Honduras un total de los casi 27 mil hondureños indocumentados, más de 3 mil son menores que han regresado a su país deportados entre enero y agosto de este año, pero al mismo tiempo reconocen que es un 50 por ciento menos que los repatriados en el mismo periodo de 2019.
CIFRA
3100 menores han sido retornados desde enero hasta el mes de agosto al país según el más reciente informe de la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (COIPRODEN).