En Homilía para el XVI Domingo del Tiempo Ordinario, presidida por el Quinto Arzobispo de Tegucigalpa, Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, en la Basílica Nuestra Señora de Suyapa, en el mensaje de hoy que está tomado del Evangelio San Mateo 13,24-30. El cardenal se refiere a esa frase “Déjenlos crecer juntos hasta la siega”
Al igual el cardenal detalló que la parábola del “trigo y la cizaña” está enmarcada en un ambiente agrícola y el centro de atención está en la semilla sembrada y el resultado obtenido. Es un hecho que Dios, día y noche siembra en nuestro corazón la semilla excelente de bondad, verdad, belleza, honestidad, justicia, pureza, caridad. Y lo hace apenas entramos con el alma abierta en oración y abrimos la Biblia, o vamos a Misa y participamos consciente y fervorosamente de la Eucaristía, o cuando escuchamos atentamente una homilía o asistimos con gusto a un retiro. Ahí es el momento de siembra y el buen pastor no se cansa de sembrar, pero las dificultades vienen del hecho de que, en medio del trigo aparece también de forma inesperada la “cizaña”, la mala hierba, que externamente se asemeja al trigo, pero que es en realidad, una mala hierba.
“Enemigo del ser humano”
Así mismo su eminencia, habló que hay un enemigo del ser humano empeñado en que no logre su plenitud, pero también es un hecho que el enemigo de nuestra alma, el diablo, tampoco duerme, y nos acecha y nos rodea como león rugiente, buscando a quién devorar.
Ese enemigo del ser humanos “No quiere que el buen trigo de Dios se expanda por los rincones de este mundo, de las familias, de los corazones. Quiere sembrar la cizaña del odio, de la división, de la mentira, de la deshonestidad, de la injusticia, de la ira, de la ambición, de la insensibilidad e indiferencia delante de tanta pobreza y miseria de muchos hermanos y hermanas nuestros,
Al igual se refirió a la semilla de la corrupción, “mete la mano si nadie se va dar cuenta”, son cifras tan grandes, que si sacamos un poco, después esos se va callar, simplemente escuchen la palabra de hoy. Puntualizó el cardenal.
“No quedarnos dormidos”
El Quinto Arzobispo igual solicito que es importante permanecer en vela y no quedarnos dormidos como ocurre en la Parábola. “cristianos dormidos, ciudadanos dormidos, aparece la fuerza del mal que nos arrastra en una dirección equivocada.” En nuestro mundo hay mucho trigo, pero también abunda la cizaña y esto pasa también en nuestra Honduras, en la Iglesia, en nuestras relaciones, en nuestra vida personal.
Y ante esas realidades el obispo realizó las interrogantes, pero ¿Cuál debe ser mi actitud?, ¿Arrancar la cizaña?, ¿Escandalizarme del mal?, ¿Acusar a los otros?, ¿No está también en mí el trigo y la cizaña? Podemos correr el riesgo del puritanismo y pesimismo o la intolerancia, preciso.
“La cizaña es una hierba muy parecida al trigo”
En otro fragmento del mensaje el arzobispo dijo “Necesitamos aprender esa paciencia y esa tolerancia, para con nosotros mismos y para con los demás. No nos precipitemos en los juicios, no nos erijamos en jueces definitivos. Una cosa es una actitud sanamente crítica y otra son los juicios. El recurso fácil de dividir a las personas en buenas y malas no es ajustado a la realidad y vulnera los criterios del Evangelio. Nadie es esencialmente bueno ni malo, es absurdo considerar a uno bueno y a otro malo, el que presume de ser “trigo limpio” o es un ignorante o es un impostor.
Por otra parte el cardenal felicitó a los cursillistas por celebrar la gran Ultreya virtual, “cursillistas ustedes han tenido la dicha de encontrar al Señor Jesús en un retiro, Cristo cuenta contigo y ustedes no deben desconfiar de la gracia, de aquella capaz de vencer cualquier cizaña”
Al término del mensaje el arzobispo expresó que Honduras no puede seguir como un campo donde todo mundo se esfuerza por sembrar cizaña, y los frutos son solamente la cizaña, la muerte, el odio, el crimen, el robo, la maldad, la difamación.
