TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Virgen del Carmen ha acompañado por más de 40 años dos comunidades que son parte de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, y hablamos de la colonia La Pradera y Las Torres que bajo esta advocación mariana han recibido la protección de su manto.
Toda la parroquia late bajo el corazón carmelitano ya que los frailes carmelitas se han encargado de difundir esta espiritualidad que ayuda en el peregrinaje de distintos movimientos que se congregan en los distintos templos entre ellos el Camino Neocatecumenal y la Renovación Carismática Católica. “Queremos aquí, a nivel de parroquia y sobre todo en nuestros sectores de Torres y de La Pradera, que se viva, a lo grande, siempre con la humildad de María, pero sobre todo también con un corazón orante”, dice el Párroco de esta comunidad, Fray Gerardo Girón.
El uso del Escapulario como sacramental, se ha hecho muy popular y se ha convertido el signo de protección que ayuda a los fieles a acercarse más a la “Flor del carmelo”, especialmente en zonas donde la misión sigue latente, especialmente en la juventud trabajada por adultos a través de la evangelización desde las distintas dimensiones de que la Iglesia propone.
Esta feligresía que peregrina en los dos templos que llevan el nombre de Nuestra Señora del Carmen, menciona Fray Gerardo que toda la comunidad se vuelve orante y misionera y que ese es el principal trabajo que proponen inyectar para que transmitir la fe en los diferentes sectores. “María tiene una gran figura, una figura grandísima como la familia de Nazaret, y yo creo que acercarnos a vivir con fe y con devoción como se debe, con un corazón honesto, sincero y abierto”, nos dijo el Padre Gerardo Girón.
Acción vocacional
La Virgen del Carmen llama a trabajar en el Reino de Dios a través del llamado a la vocación en el que los frailes carmelitas apoyan para que formen parte de esta congregación religiosa.
Desde 1969 la Iglesia de la colonia La Pradera y desde 1984 en la colonia Las Torres, se han mantenido en pie gracias al calor humano y la fe que ha sostenido a cientos de fieles que se han congregado en los recintos en el camino de fe.
