Este domingo se conmemoró en la liturgia de la Iglesia la Ascensión del Señor, una fiesta originalmente celebrada 40 días después de su Resurrección, es decir que cae un jueves, pero que pastoralmente se pasa para el domingo previo a Pentecostés. Este acontecimiento es uno de los pasajes que todo fiel creyente recita cada vez que reza o lee el Credo.
Importancia
El Padre Wilson Canizales, vicario en la Parroquia Sagrado Corazón en la colonia Miraflores, indicó que la mención que aparece en el Credo es muy importante. “Es allí donde se fundamenta la fe. Bajó a los infiernos y subió a los cielos, significa el estado glorioso del Señor. Por eso el Credo lo ratifica y afirma de esa manera, como dice San Pablo, si Cristo no resucitó, vana sería nuestra fe”, destacó. La Ascensión de Jesús al cielo no supone un “abandono”, sino un estar presente de una manera nueva: esto explica que los discípulos “se llenaran de alegría” (Lc 24,52).
1 Reconocimiento
El Catecismo de la Iglesia Católica en el numeral 659 explica que “El Cuerpo de Cristo fue glorificado desde el instante de su Resurrección como lo prueban las propiedades nuevas y sobrenaturales de las que desde entonces su cuerpo disfruta para siempre”.
2 Humano
También se reconoce que, durante los cuarenta días en los que Él come y bebe familiarmente con sus discípulos y les instruye sobre el Reino, su gloria aún queda velada bajo los rasgos de una humanidad ordinaria.
3 Glorioso
En otro de los numerales, detalla que “La Ascensión de Jesucristo marca la entrada definitiva de la humanidad de Jesús en el dominio celeste de Dios de donde ha de volver”.
ESPERANZA EN LA VIDA ETERNA
Con Jesús, muerto, resucitado y ahora ascendido, se abrieron las puertas del cielo, de la vida eterna. La “nube de fe” que envuelve hoy nuestra vida no es un obstáculo, sino el camino a través del cual podemos tener una experiencia más viva y verdadera de Jesús.