La Semana Santa nos sumerge cada año en el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Sin embargo, en Honduras, la Pasión de Jesús no es solo un acontecimiento histórico que recordamos con devoción, sino una realidad que se hace presente en la vida de muchas personas que sufren violencia, pobreza y exclusión. En este 2025, un Año Jubilar que nos llama a ser Peregrinos de Esperanza, debemos preguntarnos: ¿Cómo vivimos hoy la Pasión de Cristo y qué enseñanzas nos deja para transformar nuestra sociedad?
Reconciliación
Honduras es un país marcado por la violencia, con cifras alarmantes de homicidios y criminalidad. Muchos hondureños viven con miedo, sintiéndose atrapados en una realidad que parece no tener salida. Ricardo Sánchez, feligrés de la Parroquia Inmaculada Concepción de Comayagüela, recalca que, a pesar del dolor por la muerte de Cristo, debemos de acogernos a Él con la esperanza de la reconciliación. “En la Pasión de Cristo, vemos cómo Jesús fue traicionado, arrestado injustamente y sometido a tortura. Su sufrimiento nos recuerda el dolor de tantas víctimas de la violencia en nuestras comunidades”, dijo. La cruz no es el final. En medio del horror de la crucifixión, Jesús perdonó a quienes lo lastimaban, dándonos un ejemplo de reconciliación y amor. Hoy, en este Año Jubilar, somos llamados a ser constructores de paz, promoviendo el diálogo y la justicia en nuestras familias, barrios y parroquias.
Solidaridad
Jesús fue un hombre pobre, nacido en un pesebre y sin un lugar donde reclinar la cabeza. Fray Trino Espinal, Párroco de la comunidad Inmaculada Concepción de Comayagüela, recalcar que debemos de enfocarnos en el amor del Padre hacía nosotros. “El Señor siempre nos da la oportunidad de empezar de nuevo, para reconstruir lo que estaba roto, para sanar las heridas que pudieron haberse dado en nuestras vidas”, dijo y recordó que, en Honduras, la pobreza sigue siendo una realidad desgarradora para muchas familias que carecen de lo básico para vivir con dignidad. “La Cuaresma y la Semana Santa nos invitan a vivir la caridad de manera concreta, compartiendo con quienes más lo necesitan y promoviendo una economía más justa. En este Año de la Esperanza, recordemos que la solidaridad es el camino para aliviar el dolor de los que sufren”, señaló.
1 Acogida
La migración es una realidad que afecta a miles de hondureños. En 2024, se registraron más de 300 mil migrantes en tránsito por Honduras, provenientes de diversos países. Además, muchos compatriotas se ven obligados a abandonar el país en busca de mejores durante su infancia. que buscan un futuro mejor, reconociendo en ellos el rostro de Cristo sufriente.
2 Dignidad
Jesús fue rechazado por muchos de su tiempo. Se burlaron de Él, lo escupieron y lo condenaron a muerte sin motivo. Hoy, en Honduras, muchas personas viven en situación de exclusión: los ancianos abandonados, los niños sin acceso a educación, los enfermos sin atención médica, los jóvenes que son marginados. La Pasión de Cristo nos recuerda que cada persona tiene un valor.
3 Oportunidades
El desempleo es una de las principales preocupaciones en Honduras. Muchas personas, especialmente los jóvenes, enfrentan dificultades para acceder a empleos dignos y estables. Jesús, como carpintero, nos enseña el valor del trabajo honesto y digno. En este Año Jubilar, estamos llamados a impulsar iniciativas que fomenten la generación de empleo y a apoyar a quienes buscan oportunidades.
La Cruz es signo de esperanza
Aunque la Pasión de Cristo nos habla de sufrimiento, no debemos quedarnos en el dolor. Jesús no murió en la cruz por desesperación, sino por amor. Su sacrificio nos muestra que, aun en los momentos más oscuros, el amor de Dios es más fuerte que el mal. En Honduras, donde tantas personas viven en angustia y tristeza, la cruz nos invita a levantar la mirada y confiar. La Resurrección nos asegura que el sufrimiento no tiene la última palabra. En este Año Jubilar, estamos llamados a ser testigos de esperanza, llevando la luz de Cristo a quienes más lo necesitan. Porque en Él, la cruz se transforma en victoria y el dolor en vida nueva.
Lea además: Las imágenes de la Pasión nos ayudan a meditar sobre el sufrimiento humano