El Evangelio del VII Domingo del Tiempo Ordinario nos invita a un desafío que, en la actualidad, parece más difícil que nunca: amar a los enemigos, bendecir a quienes nos maldicen y orar por quienes nos difaman. En un tiempo marcado por divisiones y discursos polarizantes, especialmente en el contexto electoral, la enseñanza de Jesús en San Lucas (6, 27-38) cobra una relevancia especial. Fray Trino Espinal, Párroco de la comunidad Inmaculada Concepción de Comayagüela, enfatiza la importancia de este mensaje. “Si respondemos con odio, nos convertimos en aquello que criticamos”, señala.
Perdonar
Para el sacerdote, la clave está en el perdón, “cuando comienzas a perdonar, te liberas. No se trata de olvidar la justicia, sino de aplicarla sin rencor ni deseos de venganza”. El llamado a la paz y al amor es un reto de siempre. “Desde los primeros cristianos, perseguidos y asesinados, hasta nuestra actualidad, hemos visto cómo la oscuridad busca apagar la luz”, explica Fray Trino. De igual forma señala que “si los buenos se vuelven malos, la oscuridad gana. Por eso, orar por quienes nos persiguen es clave para no caer en la tentación del odio y seguir el camino del amor”.
Entregarse
El padre Tony Erazo, Párroco de la comunidad San Pablo de la Cruz, destaca que amar a quienes nos hacen daño es un acto de entrega profunda. Expresa que, “Es morir a uno mismo para resucitar en libertad. Jesús nos llama a amar más allá de los sentimientos personales”.
Por su parte, Su Eminencia el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, hace un llamado a vivir el proceso electoral en paz, libre de odio. “Las elecciones no pueden ser un proceso de violencia y muerte, sino de vida”, apuntó.
Invitación
El Evangelio de este domingo parece llegar en un momento oportuno. “No es casualidad que esta enseñanza nos alcance en la antesala de las elecciones primarias”, concluye el Cardenal Rodríguez y subraya que “es una invitación a meditar y a poner en práctica el amor cristiano”.
Camino
En un país donde las tensiones políticas y sociales pueden generar enfrentamientos, la enseñanza de Jesús resuena con fuerza: amar al enemigo, bendecir y orar por quienes nos difaman es el camino para construir una sociedad más justa y en paz.
