Del 18 al 25 de enero de 2025, la Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos bajo el lema: «¿Crees esto?» (Jn 11, 26). Este evento ecuménico es organizado conjuntamente por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Ecuménico de Iglesias, con el objetivo de reflexionar y promover acciones conjuntas entre las diversas confesiones cristianas. La reflexión de este año destaca la llamada a los cristianos a ser un signo de unidad en un mundo diverso. A través de una búsqueda común de Cristo, los creyentes son invitados a superar las barreras que los separan.
Legado
La Semana de Oración tiene sus raíces en 1908, cuando el reverendo Paul Wattson propuso una octava de oración dedicada a la unidad. Con el tiempo, esta práctica se consolidó como una tradición ecuménica, celebrada alrededor de Pentecostés en el hemisferio sur y entre el 18 y el 25 de enero en el hemisferio norte. Desde 1966, tras el Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica y el Consejo Mundial de Iglesias trabajan juntos para preparar materiales que inspiran a las comunidades cristianas en todo el mundo.
Diversidad
La unidad de los cristianos no significa uniformidad, sino comunión en la diversidad. En este contexto, Monseñor Walter Guillén Soto, Obispo de la Diócesis de Gracias y encargado de ecumenismo en la Conferencia Episcopal de Honduras, resalta que este camino “requiere humildad para reconocer las divisiones y valentía para construir puentes donde hay muros”. Destacó además que el compromiso cristiano implica “trabajar en estructuras compartidas que fomenten el amor y la paz”.
Por su parte, Monseñor José Antonio Canales, Obispo de la Diócesis de Danlí, enfatiza que esta semana es una “llama de esperanza” en medio de un mundo dividido por conflictos y odio. “Aunque existen diferencias teológicas y eclesiales, los cristianos debemos recordar que somos discípulos de Jesús. Lo principal nos une, y eso debe motivarnos a buscar gestos de cercanía y colaboración”, subrayó.
Importancia
El ecumenismo no es solo un ideal, sino una tarea urgente en un mundo marcado por divisiones, tanto a nivel religioso como político y social. Según Monseñor Guillén, “la vocación cristiana es generar comunión”. Este año jubilar es una oportunidad para reforzar este compromiso, reconociendo que la unidad comienza con pequeños gestos de reconciliación y diálogo. “Oremos para que los cristianos podamos ser testigos de la caridad de Cristo y capaces de construir un mundo como Él lo quiere”, afirmó.
Monseñor Canales, por su parte enfatizó que “hay temas que nos unen, como la búsqueda de la paz, la justicia social y la defensa de la dignidad humana. Es necesario construir puentes y buscar espacios de encuentro”.
Camino
La Semana de Oración por la Unidad es también un recordatorio de que el trabajo por la unidad no se limita a estos ocho días, sino que debe ser un esfuerzo constante. “Buscar la unidad durante todo el año implica reconocernos mutuamente como hermanos y trabajar juntos por aquello que nos falta para lograr la unidad y la esperanza”, expresó Monseñor Guillén.
Testimonio
En un mundo dividido por conflictos, desigualdades y enfrentamientos, esta semana es un signo de esperanza y un llamado a la acción. Los líderes cristianos invitan a los fieles a mostrar al mundo que la unidad es posible cuando se vive en el amor de Cristo. Este evento, es una invitación a los cristianos de todas las denominaciones a superar las diferencias, como concluye Monseñor Canales: “Cristo, el Príncipe de la Paz, debe ser el centro de nuestra búsqueda de unidad y reconciliación”.
Con estos principios, esta iniciativa se convierte en un faro que ilumina el camino hacia una comunión plena, recordando a los creyentes que, en medio de la diversidad, lo esencial nos une: la fe en Jesucristo.
