“Una vida que no se vive para los demás no es una vida”, “Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos dejar de ponerle aceite», “Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal”. Son algunas de las frases más relevantes de Madre Teresa de Calcuta, canoniza- da hace ocho años por el Papa Francisco. Caracterizada por ser una mujer apasionadamente enamorada de Jesús y que mostraba su amor por Dios, sirviendo a los demás haciendo la caridad cada día.
Y es que, sin duda, Madre Teresa siempre hacía cosas ordinarias, pero con un amor extraordinario, cosas pequeñas, pero con un gran amor. A ejemplo de ella, nosotros podemos hacer lo mismo, en nuestra familia, en nuestro trabajo, con la gente que tenemos a nuestro alrededor: podemos amar al otro, por amor de Jesús. Y también cuando es difícil. Madre Teresa decía siempre refiriéndose al Evangelio de San Mateo, “Todo lo que hagáis al más pequeño de mis hermanos, me lo haréis a mí. Y ver a Jesús en esta persona que, tal vez, es muy difícil amar, y amar a Jesús en esta persona” (Mt. 25, 40).
Entrega
El Padre Carlos Rubio, formador del Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa (SMNSS), resalta las grandes virtudes de San Teresa, a quien festejaremos el 5 de septiembre, “Santa Teresa miraba en el rostro del pobre al mismo Cristo y servía con amor al mismo Cristo en los más vulnerables, en los descartados de la sociedad, imitar su caridad es a lo que estamos llamados”.
El Presbítero reconoció que Madre Teresa tocó las llagas de Cristo, las heridas de Cris- to en los pobres, en los enfermos, en los necesitados, pero también reflexionó acerca de cómo desde nuestra pequeñez podemos interpretar ese “amar hasta que duela” pero evitando dañarnos a sí mismo, “el amar hasta que duela es amar aun lo que nos cuesta amar, a los enemigos, a los que nos contradicen, a los que piden más de nosotros, incluso amar hasta donde duela es, despojarnos de lo único que a veces queremos tener; nuestro ser, y entregarnos”. Con esta interpretación el Padre Rubio deja muy claro que el amor debe costar sacrificio y entrega.
También agregó que “hay que agacharse, arrodillarse ante el otro que está ahí tirado en la calle, no es un dolor inactivo, no es un dolor por sufrir, sino es un dolor por ver la miseria del mundo y tenderles una mano, un corazón, es conmovernos también ante el sufrimiento del otro ante la miseria del otro y poderle ofrecer misericordia, eso es ‘amar hasta que duela’”.
Ejemplo
Para Fernando Figueroa, miembro de la Parroquia Santa Teresa de Calcuta, es un privilegio tener como patrona a una mujer que se entregó por los demás. “Para imitar a esta santa debemos reconocer nuestras carencias, y reconociendo las renuncias que debemos hacer a nosotros mismos para poder servir al Señor, es ahí donde se fortalece la humildad y donde podemos hacer que en esos vacíos que poseemos sea la gracia de Dios que nos llene”, dijo. Figueroa agregó, que en esa renuncia cotidiana, en aquello que nos cueste para servir, y en reconocer de lo que carecemos, es donde podemos hacernos pequeños e imitar a madre Teresa, quien nos enseña que su mayor riqueza o su única riqueza, era Dios.
Origen de Madre Teresa
Nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, actual Macedonia, que en ese entonces formaba parte de Albania. Fue bautizada con el nombre de Agnes Gonxha Bojaxhiu. Agnes, en español es Inés y Gonxha significa “capullo de rosa o pequeña flor”. A los 18 años dejó su hogar para ir a Irlanda e ingresó en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María, más conocida como Hermanas de Lotero. Tomó el nombre en honor a Santa Teresa de Lisieux patrona de las misiones y Dotora de la Iglesia.
Canonización de Santa Teresa de Calcuta
El 4 de septiembre de 2016 en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco canonizó a Santa Teresa de Calcuta, recordando su ardua defensa de la vida y la dignidad que Dios había dado a los que se dejaban morir en las orillas de las calles.
