Señor Jesús,
tú que conoces el corazón de cada uno de nosotros
y que siempre nos guías con tu amor y misericordia,
hoy te pedimos especialmente por aquellos
que han dejado el seminario o una congregación religiosa.
Te damos gracias por el tiempo que dedicaron a discernir su vocación,
por los momentos de oración, estudio y servicio
que ofrecieron con generosidad y entrega.
Te pedimos que los acompañes en esta nueva etapa de sus vidas,
que les des claridad y fortaleza para seguir tus caminos
y que puedan encontrar en ti el consuelo y la esperanza.
Ayúdales a sentir tu presencia en cada decisión que tomen,
y que tu Espíritu Santo les ilumine para descubrir
la misión a la que les llamas ahora.
Que nunca pierdan la fe y el amor por ti,
y que siempre busquen servirte en cada acción diaria,
llevando tu luz y tu paz a aquellos que más lo necesitan.
Señor, bendice sus vidas,
fortalece sus corazones
y guíalos siempre hacia tu amor eterno.
Amén.