Papa Francisco: “Santa María de Guadalupe quiere encontrarse con nosotros, como un día con Juan Diego en el Tepeyac”

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El Santo Padre, preparó una espléndida y reflexiva homilía para este día tan especial no solo para el pueblo mexicano, sino para toda América Latina y el mundo.

Una América que lucha por salir de la pobreza, y esto lo constata los más de 86 millones de personas en situación de pobreza extrema con que cuenta este noble Continente, cifras comprobadas por un informe de Cepal, que afirma que representa un “retroceso de 27 años”.

Pero ello, Nuestra Señora de Guadalupe, nos cobija con su manto maternal. El Papa Francisco no desconoce estas realidades y por eso en su homilía enfatiza: ” este año celebramos Guadalupe en un momento difícil para la humanidad. Es un período amargo, repleto de fragores de guerra, crecientes injusticias, carestías, pobreza, sufrimiento. “Hay hambre, nos dice, pero, aunque este horizonte aparezca sombrío y desconcertante, con presagios de mayor destrucción y desolación, todavía la fe, el amor y la condescendencia divinas nos enseñan y nos dicen que también este es un tiempo propicio de salvación, en el que el Señor, a través de la Virgen Madre mestiza, sigue dándonos a su Hijo, que nos llama a ser hermanos, a dejar de lado el egoísmo, la indiferencia y el antagonismo”.

Para Francisco, “Hoy como ayer, Santa María de Guadalupe quiere encontrarse con nosotros, como un día con Juan Diego en el cerrito del Tepeyac. Quiere quedarse con nosotros. Nos suplica que le permitamos ser nuestra madre, que abramos nuestra vida a su Hijo Jesús y acojamos su mensaje para aprender a amar como Él. Ella vino para acompañar al pueblo americano en este camino tan duro de pobreza, explotación, colonialismos socioeconómicos y culturales.

“Ella está en medio de las caravanas que buscando libertades caminan hacia el norte. Ella está en medio de ese pueblo americano amenazado en su identidad por un paganismo salvaje y explotador, herido por la predicación activa de un ateísmo práctico y pragmático. Y Ella está allí. “Soy tu Madre”, nos dice. La Madre del amor por quien se vive”, concluyó.

A partir de este mensaje, elevemos nuestras oraciones a la Virgen Morena, para que ella interceda por cada uno de los habitantes del mundo bajo la advocación de la Virgen de Guadalupe, la que se hizo la encontradiza ante un hombre de raza humilde que representa el corazon de los hombres y mujeres que la aman profundamente.

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