Datos escalofriantes revelan que, en lo que va del año, se han ejecutado 32 homicidios múltiples que han dejado 116 víctimas mortales. Esto es un reflejo de la vorágine de violencia que se vive en el país. Ante esta situación, el llamado del arzobispo de Tegucigalpa Su Eminencia Óscar Andrés Cardenal Rodríguez, en su más reciente homilía, manifestó que “Cada día se vuelve más urgente, necesario e imperioso acabar con la violencia. Qué triste cuando el ser humano se deshumaniza y piensa solamente en matar, destruir, lo que está directamente contra el plan de Dios”, dijo y a su vez agregó que “no podemos seguir así, los hondureños tenemos que cambiar, debemos de reconciliarnos y pensar en hacer el bien, es lo único que nos llevaremos al momento de presentarnos ante nuestro creador y redentor”.
La postura de la Iglesia Católica, ha sido defender la vida y respetar el quinto mandamiento, ¡No matarás!, regla que al parecer se ha olvidado en medio de un Estado secuestrado por el crimen organizado y el narcotráfico, siendo la violencia el manifestante que la dignidad de los ciudadanos está en peligro, así lo reflexionado por el padre Juan Antonio Hernández, formador del Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa.
Ante esta lamentable realidad, el defensor de derechos humanos, Hugo Maldonado considera que, para frenar un poco la violencia, un estado de excepción en algunas zonas más conflictivas y el desarme general son vitales para enfrentar esta crisis. “Es necesario que se frene de raíz esta situación que nos embarga y consterna como país, ejemplo de ellos es lo que sucedió en el bulevar Morazán en donde cuatro jóvenes perdieron la vida” manifestó Maldonado. Esta propuesta es apoyada y acuñada por el abogado Mario Castro, quien asegura que “No ha habido cambios significativos en la nueva administración de la Secretaría de Seguridad con respecto al combate a la delincuencia, ya que esta ha aumentado desmesuradamente, se ha visto que van más de 30 masacres en lo que va del año y muchas de ellas han quedado impunes”.
Ley
Ante el alarmante incremento de los asesinatos, desde el Congreso Nacional se busca la modificación de la actual Ley de Portación y Tenencia de Armas, según lo apunta el diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH), Jhosy Toscano. “Debemos de poder modificar esta normativa para controlar de mejore forma la portación de estos artefactos” dijo.
Contrario a esta opinión, el analista y exparlamentario Raúl Pineda, asegura que “De nada servirá cambiar esta la legislatura, ya que la misma no ha cumplido con su objetivo, porque los delincuentes no se someten a un registro de sus armas, simplemente las consiguen, comenten sus crímenes y listo”. Por su parte, el comisionado de Policía en condición de retiro Leandro Osorio, añade que se debe de trabajar en fortalecer a los operadores de justicia para evitar este tipo de tragedias. “El problema es que la investigación se ha dejado de lado en la actualidad y no se concretan los casos dejándolos en la impunidad”, dijo Osorio.
1 Decomisos
Las autoridades de la Secretaría de Seguridad, detallan que 1,852 armas de uso comercial han sido decomisadas en el accionar policial, muchas de ellas no cuentan con un permiso de operación o no cumplen con los lineamientos ya establecidos por la actual normativa.
2 Alarmante
En la última década, Honduras acumuló alrededor de 65 mil homicidios. Las estadísticas de la Policía Nacional apuntan que solo en julio, se perpetraron un promedio de 13 hechos violentos cada 24 horas es decir que se cometieron uno cada dos horas.
3 Salud
La salud mental de los hondureños se ha visto afectada también, ya que organismos defensores de los derechos humanos han advertido que la población vive una crisis de ansiedad por los altos índices de inseguridad como consecuencia del aumento de criminalidad.
Actos de violencia ahuyentan las inversiones
La ola de violencia en el país está imparable. El irrespeto a la vida se da a cada momento en todos los rincones y esto, a criterio del economista Claudio Salgado, ahuyenta la inversión en Honduras. Por su parte, el presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Helmis Cárdenas, también coincide en que esta situación afecta enormemente las finanzas del país. Esto que ocurre en Honduras no solo afecta a la economía, sino que la misma población se desestabiliza emocionalmente.
“No matarás, es el quinto mandamiento del Señor que no debemos de olvidar, sobre todo en estos momentos en donde la cultura de la muerte impera en la sociedad” aseguró Cárdenas quien a su vez sugirió a las autoridades un mejor control de la situación.
