La Comisión Nacional de Pastoral Familiar de Honduras (CONAPAFH), mediante un comunicado rechazó la campaña mediática que se está realizando en torno a la legalización del matrimonio “igualitario”, en el documento también se aseveró que las leyes que están promoviendo esto “van en contra del diseño original de la familia y violan su carácter sagrado”.
Fundamento
El escrito se fundamenta en lo expresado en el artículo 112 de la Constitución de la República, que establece el matrimonio en el país, como la unión entre un hombre y una mujer, por lo que dicha misiva afirma que esto va ligado con lo comprobado por la ciencia sostiene Amaro García, coordinador de la Pastoral Familiar de la Arquidiócesis de Tegucigalpa quien añade que, “Querer cambiar eso es ir contra los planes de Dios y contra la Constitución de la República, la cual tendrían que modificarla en ese aspecto”.
Jony Murillo, seminarista de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, recuerda que es necesario tener en cuenta que la verdadera sexualidad está integrada por diversos y diferentes aspectos que pertenecen al núcleo de un solo sujeto, de una sola persona. “La actividad sexual compromete a la persona como persona. La unión sexual responde a una previa donación espiritual completa, el hombre y la mujer, antes de ser una sola carne, son un solo espíritu, un solo corazón” indica el futuro presbítero.
La fuente de los derechos no es un consenso humano, sino que están regidos a la ley natural de las personas, por lo tanto, la definición de género se deriva de la naturaleza humana.
Discriminación
Otro de los aspectos torales de este documento, es el respeto de los derechos fundamentales. Es por ello, que los representantes de la Pastoral Familiar afirmaron enérgicamente que “Reprobamos todo tipo de discriminación, violencia y persecución real en contra de las personas de esta comunidad y rechazamos cualquier tipo de discriminación de parte de la sociedad hacia ellos” reza el comunicado.
De igual manera, el documento señala que en ningún momento están a favor de la discriminación de todas las personas que pertenecen a la comunidad LGTBI, por lo que apoya lo referente al respeto de los derechos fundamentales de las personas. María Luisa García, del movimiento Encuentro Católico para Novios, está de acuerdo que las personas reciban ante la ley, los mismos derechos y deberes que nos corresponde como personas, pero ha sido clara al señalar que “Estamos en desacuerdo total que se siga promoviendo leyes que atentan contra la familia, contra el sacramento del Matrimonio”.
Esto coincide con lo expresado en el pronunciamiento en donde la pastoral aclara que hay que respetar los derechos humanos de una persona, sea cual sea su condición, pero esto no quiere decir aceptar el error. “El error no tiene derechos y solo la verdad puede hacer libre a la persona” emitieron. La Pastoral Familiar en el país es clara en su mensaje cuando sostiene que la Iglesia estará siempre a favor de la familia y en contra de la implantación de este tipo de ideologías que atentan contra la voluntad de Dios.
Defensa
El presbítero Juan Carlos Martínez, asesor de la Pastoral Familiar, recuerda la expresión del Papa Emérito Benedicto XVI, al mencionar que la familia es un patrimonio de la humanidad, por lo cual, “todos tenemos que cuidarla, promoverla y protegerla”. De este grupo hemos venido todos y en él hemos aprendido valores, costumbres y principios. La familia nos ha humanizado, nos ha educado, es la que nos ha evangelizado y transmitido la fe.
El presbítero advirtió que “Cuando vemos en estas propuestas situaciones que ofenden a las familias, nosotros, que somos pro familia, provida, pro la dignidad de la persona, no podemos quedarnos callados dejando que se ofrezca o se proponga cualquier cosa, cuando sabemos el comportamiento de la familia, el rol de los miembros y el vínculo que se da entre esposos, padres, hijos y hermanos” dijo. En 2021, se ratificó el decreto de ley en el Congreso Nacional que reforma el artículo 67 de la Constitución, orientado a prohibir el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Trato que debe darse a una persona homosexual
La Iglesia distingue con nitidez entre la persona homosexual, que merece todo el respeto, valoración y comprensión, propia de su dignidad como hija de Dios, de los actos homosexuales; los cuales son siempre gravemente desordenados, en términos coloquiales, son pecado mortal) Debido a este desorden, reconoce en la inclinación homosexual una dura prueba para la persona que la tiene, pues es una fuerte inclinación hacia conductas inmorales. Por ello, siempre dentro de la perspectiva eclesiástica, estas personas requieren una atención pastoral más cuidada.
