La Iglesia promulga una vivencia de la Octava de Pascua, como los días más festivos y alegres del año, proclamando la resurrección del Señor.
Trasfondo
El seminarista Dixie Ballesteros, opina que “Este tiempo, luego de la Semana Santa, no debe reducirse a una especie de protocolo litúrgico, sino más bien, a morir a todo aquello que durante la Cuaresma hemos renunciado y a asumir como parte de nuestra vida las prácticas realizadas durante este tiempo”. Ballesteros agrega que “no hay mejor manera de iniciar una nueva historia que anunciando cómo o por qué la iniciamos y para nosotros los cristianos, es anunciando que Cristo vive y que nos quiere a nosotros vivos con Él”.
Iniciativas
El padre Cecilio Rivera, vicario de la Basílica de Suyapa, recomienda dar gracias a diario por este tiempo y disfrutar más de la Eucaristía. Rivera comparte que una de las devociones que se pueden realizar en la octava, es el Vía Lucis de la alegría pascual, además de vivir estos días a través de la música. “No olvidemos hacer obras de misericordia, porque en ellas encontramos alegría y fuerza”, apuntó el padre Cecilio ya que él considera que son actividades sencillas que se pueden hacer desde casa.
La Iglesia tiene dos octavas
Al igual que la semana de la resurrección, la Iglesia tiene otra Octava que son los días siguientes al acontecimiento de la Natividad, ambas tienen una línea continua en sus textos bíblicos, oraciones eucarísticas y poseen una liturgia propia.
Para ser devoto de la Divina Misericordia el mayor reto es confiar en el Señor
Esto nos arraigará a ser compasivos con aquellos que más sufren y que necesitan de Dios
El diario de Santa Faustina, en el numeral 1316, relata que el Señor Jesús le dijo a la santa polaca que, “Hija mía, necesito sacrificios hechos por amor, porque solo estos tienen valor para mí. Es grande la deuda del mundo contraída conmigo, la pueden pagar las almas puras con sus sacrificios, practicando la misericordia espiritualmente”. Estas palabras, pueden ser una guía para entender que implica ser devotos a la Divina Misericordia.
Acciones
Jorge Maradiaga, integrante del apostolado de la Divina Misericordia, cita el diario de Santa Faustina para hablar de esos retos que necesita cumplir un devoto de Jesús misericordioso, al señalar que “Hay tres formas para ejercer la misericordia con el prójimo, estas son la acción, la palabra y la oración. En ellas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacia Jesús” señaló. El padre Carlos Rubio, presbítero diocesano, añadió que el principal reto para ser devoto de la Divina Misericordia, es confiar en el Señor.
“Cuando más confíe un alma, tanto más recibirá el derramamiento de los tesoros de mis gracias le dijo a Santa Faustina el Señor Jesús, confiar en el Señor, saber que está con nosotros y que cada día tenemos que repetir, Jesús en ti confío” dijo el presbítero y agregó que, si confiamos en esta misericordia, la recibiremos, pero no solo para nosotros, sino que hay que compartirla como lo dijo el Papa Francisco, “Misericordiados para misericordiar” y “la manera más clara, más evidente de practicar y manifestar esta misericordia es a través de las obras de misericordia”, corporales y espirituales, señaló.
Debemos vivir estas obras espirituales y corporales, sobre todo la oración por la conversión de todos los pecadores, por esta humanidad, pidiendo misericordia al Señor” finalizó diciendo el padre Rubio.
