“Por una Iglesia sinodal, comunión, participación y misión”. Con este lema, el Papa Francisco convocó la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que inició este año y que concluirá en 2023. Esta tendrá tres etapas, pasando por una fase diocesana y otra continental, las que darán vida a dos instrumentos de trabajo distintos antes del período definitivo a nivel de Iglesia Universal. En la Arquidiócesis de Tegucigalpa, este camino se inició, con una Eucaristía en la Basílica de Suyapa.
Participación
Esta es una de las características del lema de este encuentro y se ve reflejada, porque por primera vez se tendrá la participación de todos los miembros de la Iglesia, por lo que afirma Fernando Canchón, editorialista del Semanario FIDES, “Esto va a permitir, conocer las visiones, los criterios, las posturas de millares de personas, que somos católicos, pero nunca habíamos tenido la oportunidad de expresar nuestras opiniones, criterios y de plantearnos las observaciones”.
Es importante recalcar que el sínodo no es un parlamento, no es el congreso de los diputados, no es un sondeo de opiniones como puede hacer cualquiera de estas empresas que hacen encuestas. “Es un episodio de vida eclesial, de vida de Iglesia y, por consiguiente, el protagonista es el Espíritu Santo” afirmó el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez en su mensaje para este tiempo.
Habrá un solo protagonista y ese es Dios, nos señala Santos Hernández, coordinador de la Renovación Carismática Católica. “La Iglesia nuevamente se abrirá a los deseos e inspiraciones del Espíritu Santo” recordó.
Comunión Otro de los elementos que se destacan en esta experiencia eclesial, es la comunión. Es por ello que el Arzobispo de Tegucigalpa recalca que todos tenemos que ser uno como lo indica el Evangelio. “La naturaleza de la Iglesia es la comunión, somos el pueblo de Dios, uno solo” enfatizó. El Padre Carlos Rubio, sacerdote diocesano, considera que este proceso tiene que integrar a los miembros de la Iglesia, para vivir estos valores que son: caminar juntos, escuchar, discernir y actuar, todo esto es comunión” dijo.
Cecilio Oviedo, integrante de la Animación Bíblica de Pastoral, sostiene que, para vivir la comunión, la Iglesia utiliza métodos como la Escucha, consultando sobre su propia realidad a todos los grupos, movimientos y a todas las personas de buena voluntad. “Se comporta como una madre responsable que escucha a sus hijos, para redireccionar su caminar y su magisterio hacia estadios superiores de espiritualidad y vivencia de fe”, detalló.
Misión
Al hablar de la misión, es imposible no recordar las palabras de San Pablo VI, que afirmó en la exhortación apostólica postsinodal Evangelii Nuntiandi (Proclamando el Evangelio) que Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. “Ella existe para llevar la Palabra de Dios, es decir, para predicar y enseñar”.
El Cardenal Rodríguez advierte que si quienes somos la Iglesia no asumimos nuestro rol, se corre el riesgo que lo que se diga, puede quedarse como “bonitas palabras o como intenciones piadosas” y no se logre el cambio profundo que se busca. El Sucesor de Pedro ha hablado de una Iglesia en salida, recuerda Monseñor Ángel Garachana, Obispo de San Pedro Sula y por eso afirma que todos participamos de la misión de la Iglesia. “Nadie puede ni ser excluido ni excluirse, la misión es nuestro carnet de identidad recibido en el Bautismo” reiteró el purpurado.
Retos
Al inicio de la fase diocesana sinodal, es importante reconocer algunos retos y peligros que deben superarse en este proceso. El Cardenal Rodríguez menciona tres de particular cuidado. “El primero es el formalismo, no es un evento de fachada solamente para cumplir. Otro sería el intelectualismo, todo por las nubes, bonitas ideas, bonitas teorías, hablar por hablar, nada de eso. Por último, está el inmovilismo, pensando que es mejor no cambiar y pensar que nos vamos a meter a líos”.
Luces
Para combatir esta situación, el Santo Padre ha presentado tres oportunidades o luces. La primera es encaminarnos, no ocasionalmente sino estructuralmente hacia una “Iglesia Sinodal”; otra luz en este caminar es que se tiene la oportunidad para ser una “Iglesia de la Escucha” y un tercer elemento mencionado por el pontífice va dirigido a ser una “Iglesia de la Cercanía”. Es por ello que el arzobispo capitalino advierte que “sin esto, no somos la Iglesia del Señor”.
Razón por la que el proceso sinodal tiene que ser un tiempo habitado por el Espíritu Santo, por eso el Cardenal Rodríguez concluye diciendo que “tenemos necesidad del Paráclito, del aliento siempre nuevo de Dios que libera de toda cerrazón, que revive lo que está muerto, que desate las cadenas y que infunda la alegría del Evangelio”.
1 Sínodo
La palabra Sínodo viene del griego (Sýnodos), es una palabra compuesta de la preposición Syn que significa “con” y hodos “camino”. Sínodo pues, significa caminar con, caminar con otros, caminar juntos.
2 Misión
Es anunciar el Reino de Cristo y de Dios, instaurarlo en todos los pueblos y en la tierra, es instaurar el germen, la semilla y el principio del Reino, nos dice el Concilio Vaticano II en la Constitución Lumen Gentium.
3 Objetivo
Este proceso sinodal no busca proporcionar una experiencia temporal, sino ofrecer una oportunidad para que todo el pueblo de Dios discierna en cómo avanzar en el camino para ser una Iglesia más sinodal a largo plazo.
Itinerario del Sínodo de los Obispos 2021-2023
En septiembre de este año, se elaboró el documento preparatorio para este evento que nos une como iglesia. Para abril de 2022, se debe tener una síntesis por diócesis de cómo va el proceso y en septiembre de ese mismo año, se entregará el primer instrumento de trabajo. Antes de marzo del 2023, se deben dar las reuniones presinodales. En junio, se discutirá la segunda herramienta que dejará todo listo para que, en octubre, se redacte el documento final.
