“El Señor cumplirá los deseos de tu corazón” reza el Salmo 37 en uno de sus versículos. Esta expresión, inspira los deseos de Fray Arturo Trinidad Espinal, conocido como Fray Trino, ya que, desde muy joven, tenía el sueño de hacer puentes y Dios perfeccionó este anhelo, convirtiéndolo en un instrumento de una mediación perfecta entre el hombre y Dios, cuando este actúa “in persona Christi”.
Familia
Fray Trino es originario de Tegucigalpa y tiene una familia numerosa, ya que sus padres tuvieron nueve hijos, siendo él, el menor de todos. Nos comenta que, en su casa, siempre había bulla y la música era parte de todos. La figura de su papá fue fundamental para su crianza y su acercamiento al Señor, ya que, junto con su madre, trataban siempre de inculcar los valores cristianos.
Cultura
En su juventud, se promovía mucho los pensamientos y acciones sobre un mundo mejor, así como el amor y la paz, pero también se sufría por la persecución de los militares. Asimismo, las huelgas tomaban mucho auge. Él usaba su pelo largo y como muchos jóvenes de la época, le gustaba involucrarse en esas causas. Aspiraba a ser ingeniero y su sueño era construir puentes para facilitar el camino a las personas. A pesar de participar de todo esto, sentía que algo le hacía falta, que no se complementaba y en su afán de libertad, en su último año de estudio decidió empezar a trabajar. Fue vendedor de juguetes y laboró en una constructora para sentirse independiente.
Llamado
Siguiendo el consejo de su madre, asistió a un retiro en la Parroquia La Guadalupe, fueron tres días que marcaron su vida, ahí descubrió que, si se podía divertir, sin necesidad de alcohol o tabaco. Es por ello, que ingresa a un grupo juvenil y esto lo impulsa a dar más tiempo a Dios, pero no sabía cómo. En esa etapa, tuvo la oportunidad de conocer a un sacerdote salesiano, que lo fue guiando durante todo su discernimiento.
Franciscano
“¡Vamos a predicar!”, dijo en cierta ocasión San Francisco a uno de sus compañeros y salieron con las manos metidas dentro de las mangas, la capucha sobre la cabeza, uno delante y el otro detrás, en silencio, dieron un largo paseo por la ciudad y volvieron al lugar de los hermanos…“Pero, Padre, ¿Y el sermón? Hermano, ya hemos predicado, dando ejemplo de humildad y de mortificación a las gentes”. Esta peculiar anécdota que se relata sobre el “Pobrecillo de Asís”, la vivió en carne propia Fray Trino, ya que un momento crucial en su camino vocacional que lo motivó a tomar su decisión de seguir al Señor, fue cuando vio caminar a dos hermanos franciscanos vestidos con su hábito, sin escucharles una sola palabra, solo dando testimonio con su vida de la presencia de Jesús. Desde ese momento, la inquietud por esta vida, le llevó a buscar esta experiencia de fe y conocer cómo podría ingresar con ellos.
Formación
Inició su formación religiosa en el país y posteriormente fue enviado a Guatemala y al ver la crítica situación que vivía Nicaragua por la post guerra, son enviados a este país para que conozcan, vivan y evangelicen, de acuerdo a la realidad que les toca atravesar. Los envían a él y al grupo de formandos, a vivir con los más pobres y trabajar con las familias de acuerdo a la realidad. Ha servido en varias comunidades luego de haber sido ordenado presbítero y su más reciente misión es como pastor en la Parroquia Inmaculada Concepción de Comayagüela.
Conozca a Fray Arturo Trinidad Espinal
Nació en Tegucigalpa el 1 de febrero de 1961, proviene de una familia numerosa. Ingresó a la orden franciscana en febrero de 1983. El 3 de febrero de 1991, recibe el orden diaconal y el 19 de diciembre de 1992, es consagrado sacerdote, celebrando su primera Misa en la ermita de Suyapa. Ha servido en diversos países y parroquias. En Honduras, ha sido párroco, asesor nacional del Movimiento Familiar Cristiano y actualmente está a cargo de la Parroquia Inmaculada Concepción en Comayagüela.
