Dentro de la Iglesia católica con el paso de los años se ha conocido el perfiles de muchos hombres y mujeres como ejemplos de vida para la humanidad, por lo que hoy conoceremos algunos detalles de aquellas santas cuyo nombre son similares, estamos hablando de Santa Teresa de Ávila, Santa Teres de Jesús, Santa Teresa de los Andes y Santa Teresa de Calcuta.
Santa Teresa de Ávila, fue una religiosa contemplativa española. Una de las pocas mujeres elegidas como doctoras de la Iglesia, tuvo el mérito de reformar la Orden de los Carmelitas y de proponer un modelo de fe basado en la amistad entre el hombre y Dios y en una dimensión profundamente humana de Jesucristo, según lo cuenta la historia.
En este especial seguimos conociendo que su verdadero nombre era Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, nacida el 28 de marzo de 1,515 en Ávila, España. Fue allí donde a la edad de 20 años, ingresó al monasterio carmelita de la Encarnación, tomando el nombre de Teresa de Jesús.
Esta mujer considerada como doctora de la Iglesia, fue beatificada en 1,614 y luego santa por el Papa Gregorio XV en 1622. En 1970, Pablo VI la inscribió entre los doctores de la Iglesia, junto con Catalina de Siena. Se celebra el 15 de octubre, día de su muerte. Se dice que sus últimas palabras fueron: “Al final, muero como hija de la Iglesia. Ya es hora, Esposo mío, de que nos veamos”.
De esta manera también queremos conocer un poco de, Santa Teresa del Niño Jesús, quien nació en la ciudad francesa de Alençon, el 2 de enero de 1,873, sus padres conocidos como ejemplares, eran Luis Martin y María Celia Guerin, ambos santos. Murió en 1897, y en 1925 el Papa Pío XI la canonizó, y la proclamaría después patrona universal de las misiones. Llamándola “la estrella de mi pontificado”, y la definió como “un huracán de gloria”, el movimiento universal de afecto y devoción que acompañó a esta joven carmelita. Proclamada “Doctora de la Iglesia” por el Papa San Juan Pablo II, el 19 de Octubre de 1997.
Santa Teresa de los Andes, con el lenguaje de su intensa vida, confirma que Dios existe, que Dios es amor y alegría, que Él es plenitud.
Esta Santa nació en Santiago de Chile, el 13 de julio de 1900. En la pila bautismal fue llamada Juana Enriqueta Josefina de los Sagrados Corazones Fernández Solar. Familiarmente se la conocía, y todavía se la conoce hoy, con el nombre de Juanita.
Se ha mencionado que su niñez se desarrolló normalmente en el seno familiar, siendo sus padres, don Miguel Fernández y Lucía Solar; sus tres hermanos y dos hermanas, además compartió mucho con su abuelo materno, tíos, tías y primos.
Llegamos al final de este especial resaltando el papel y trabajo que fue desarrollando Santa Teresa de Calcuta, una mujer considerada como un símbolo de paz social, entregada a los más necesitados, enfermos y desprotegidos, una mujer de pequeña estatura pero con un corazón capaz de amar al mundo entero, así es reconocida y recordada la enfermera de los pobres.
“Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mí para que seamos su amor y su compasión por los pobres”. Siendo esa su filosofía, fue un alma llena de la luz de Cristo, inflamada de amor por Él y ardiendo con un único deseo: “saciar su sed de amor y de almas”.
No podemos dejar de mencionar que fue una Religiosa albanesa nacionalizada india, recibiendo el premio Nobel de la Paz en 1,979. Cuando en 1,997 falleció la Madre Teresa de Calcuta, la congregación de las Misioneras de la Caridad contaba ya con más de quinientos centros en un centenar de países.
