El Señor conoce los sufrimientos de sus hijos porque es un Padre atento y solícito hacia todos. Cuida de los que más lo necesitan: los pobres, los marginados, los que sufren, los olvidados
La octava Jornada Mundial de los Pobres que se celebra este domingo, destaca la oración del pobre, cita tomada del libro de Sirácide y, a través del mensaje del Papa Francisco nos recuerda que, “Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad”.
Honduras María de Jesús Palacios, integrante de la Dimensión Samaritana de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, destaca que, para la celebración de esta jornada, se convocó a cada una de las pastorales que abarcan esta dimensión, “Son muchos los desafíos que enfrenta Honduras en el tema de la pobreza y debemos saber cómo la Iglesia busca responder a través de esta jornada para combatir los flagelos que vive el país”.
Esta jornada, que debe vivir- se a nivel mundial, nos ayuda dice Mirna Lizeth Martínez, de la parroquia Divina Providencia a no ser indiferentes a la crisis económica, el desempleo, la pobreza que atravesamos, “La jornada pretende llevar la cercanía del señor a los más necesitados y nosotros atendemos ese llamado queriendo reconocer ese rostro del Señor en estos hermanos que tienen diferentes necesidades”.
Sentido
Cada obra de caridad es la mano pródiga de Dios en favor del necesitado nos recuerda Cáritas Internacional y eso es esta jornada l, un recuerdo de que hoy por mí y mañana por ti. Es necesario considerar que las causas de la pobreza no las podemos solventar de una manera inmediata, pero sí podemos contribuir, como lo hizo Teresa de Calcuta, el hambre, el vestido, la necesidad, la soledad, la tristeza y el abandono en que pueden vivir personas semejantes a nosotros.
El Padre Tony Salinas, encargado de la Dimensión Samaritana de la Arquidiócesis considera que, el gran mensaje de esta jornada es que comprendamos que la pobreza tiene y la principal, “Es el egoísmo, la raíz de estas causas, el egoísmo humano, el mensaje de Cristo llama a erradicar el egoísmo.
El interés personal, el tener una mentalidad de rastrillo sólo para mí, para pensar que, desde mi realidad humana, empresarial, económica, familiar, podemos sostener a los más desfavorecidos en materia económica” advirtió. Esta jornada convoca a toda la Iglesia para que demos testimonio que Dios no es indiferente a los pobres, bien dice el Papa en su mensaje, “todos somos pobres y todos debemos de ser mendigos de la misericordia y de la confianza de Dios” según dijo el presbítero.
Monseñor José Vicente Nácher, al hablar de esta jornada explicó que, es una ocasión magnífica para recordar que, en ellos, encontramos a Cristo y Cristo nos encuentra a nosotros en donde queda plasmada la solidaridad. “Esta jornada es para sentarnos junto con personas con las que no solemos estar, para acercarnos, para dialogar.
Ojalá que podamos invitar a nuestro hogar, a alguna persona sola, a una persona anciana, a alguien que iba a comer en la calle”. El arzobispo capitalino añadió que, un bonito detalle que se realiza, en la Jornada Mundial de los Pobres, es repartir alimentos, pero, sobre todo, se debe procurar “compartir, para sentarnos en la misma mesa, así como Cristo nos siente a todos en su mesa”.
Transformación
El presbítero Juan Antonio Hernández, prefecto académico del Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa advierte que, no debemos instrumentalizar a las pobres, “hay ideologías que han instrumentalizado a los pobres, no viéndolos a los pobres como fines, sino como un medio para alcanzar el poder”.
El presbítero insta a que, debemos caminar juntos con los pobres, “Cuando nos ponemos a caminar con ellos descubrimos la sencillez, la humildad y esa humildad y esa sencillez, cuando la ponemos en comunión con otros valores, son capaces de transformar cualquier realidad política” destacó.
Fray Marcio Matute, párroco de la comunidad Maximiliano Kolbe añade sobre esto que, todo cristiano que está en camino de conversión, “se encuentra definitivamente con el rostro sufriente del pobre. Cuando nosotros nos acercamos al pobre, efectivamente nos sentimos bendecidos”. El Padre Patricio Larrosa, ahonda sobre esto y afirma que, esta jornada es una gran oportunidad para compartir y “el que aprende a compartir, pues disfruta. Entonces las personas que siempre piensan en guardar, en acaparar, en retener y todo es poco, pues no lo pasan bien porque nunca tienen bastante”.