Según San Pablo VI, “evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, re- novar a la misma humanidad”. Durante el mes de octubre, la Iglesia celebra con especial devoción el tiempo dedicado a la misión, que, en este mes, se intensifica, ya que se recuerda y se honra el valioso trabajo de aquellos hombres y mujeres que, con fe y dedicación, han llevado el anuncio del Evangelio a los rincones más remotos del mundo.

Llamado

Evangelii Nuntiandi nos enseña en el numeral 27 que, “debe contener siempre como base, centro y a la vez culmen de su dinamismo, una clara proclamación de que, en Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres, como don de la gracia y de la misericordia de Dios”. Las misiones no solo se centran en la predicación, sino que también incluyen el servicio a las comunidades a través de la educación, la atención médica y el desarrollo social. Los misioneros trabajan incansablemente para mejorar las condiciones de vida, fomentar la paz y promover la justicia, llevando esperanza a quienes más lo necesitan. Para el seminarista Franklin Barahona quien forma parte de la Diócesis de La Ceiba, lo que debe de hacer una persona para ser enviado a la misión, debe entender el significado o el sentido que rodea el predicar el Evangelio a todas las naciones. “Como primer paso, debe de realizar un ejercicio de conocimiento de sí mismo, con el objetivo de esclarecer sus motivaciones y el llamado que recibe a anunciar la Buena Nueva. Hecho este proceso, es indispensable que se acerque a su párroco o una religiosa para manifestar el deseo de realizar, de forma especial, la acción misionera en el mundo, esto con el propósito de reconocerse enviado por Dios y la Iglesia”. En este sentido, Barahona detalla que, las Obras Misionales Pontificias en nuestro país ofrece, median- te la formación misionera, las herramientas necesarias para la preparación y realización del anuncio de la Buena Nueva, en la que se deben dar respuesta a muchas interrogantes y dudas sobre la fe a todas las gentes. “Por ello, se debe dar siempre una respuesta en la esperanza y la alegría para la Misión de Jesús, en la construcción del Reino de Dios en la tierra” según detalló.

Cualidades de los misioneros

  • Le apasiona la salvación de las almas, tiene claro que es pieza clave de este mandato de Jesús, también se les conoce por ser creativos el misionero da a conocer a Jesús por todos los medios a su alcance y las personas en misión se convierten en un ejemplo para la comunidad que sabe guiar a muchos.
Disposición

La celebración de este mes nos anima a tomar parte activa en la misión de la Iglesia, recordándonos que cada uno de nosotros está llamado ser un misionero en su entorno, compartiendo la fe y el amor de Cristo en la vida diaria. Para el seminarista de Choluteca, Carlos Antonio Carrasco, la familia es la encargada de fomentar una respuesta generosa al llamado que Dios para evangelizar, “La misión de la Iglesia se entiende como un llamado a compartir el Evangelio y a transformar el mundo con el amor y la esperanza de Cristo”. En este contexto, la familia juega un papel fundamental como primera escuela de fe y de evangelización. Desde una perspectiva misionológica, la familia es el primer lugar donde se experimenta la fe y el amor de Dios. La enseñanza de la fe católica comienza en el hogar, donde los padres son los primeros educadores, en fomentar valores y principios coherentes con el Evangelio. El Catecismo de la Iglesia Católica subraya que “Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos. Testimonian esta responsabilidad ante todo por la creación de un hogar, donde la ternura, el perdón, el respeto, la fidelidad y el servicio desinteresado son norma. La familia es un lugar apropiado para la educación de las virtudes.” (CEC. #. 2223). Este ambiente familiar, basado en el amor, la oración y los valores cristianos, genera un espacio propicio para sembrar la semilla de la fe.

DOMUND

Octubre debe ser considerado en todos los países como el mes de la misión universal. El penúltimo domingo de octubre, proclamado Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND) constituye el punto culminante de las acciones de la Iglesia por las vocaciones y misiones. Las cuatro semanas forman una unidad donde se impulsa en todos los fieles la importancia de las misiones en el mundo actual y promover las
vocaciones misioneras. También estamos llamados a promover la cooperación misionera espiritual por medio de la oración y el ofrecimiento de sacrificios por las misiones y los misioneros del mundo entero, finalmente poder promover la cooperación misionera material, solicitando
la ayuda económica en favor de las misiones.

Carlos Antonio Carrasco
Seminarista
“La misión no se limita a la tarea de convertir a otros, sino que también significa ser un signo visible del amor de Dios en el mundo. Las familias que viven en armonía y en paz se convierten en un faro de luz en la comunidad. Este testimonio es una invitación implícita para otros a considerar el camino de la fe”
 
Elvin Martínez
Seminarista
“Los jóvenes que son enviados a misiones, es esencial recordar que su compromiso no solo es un llamado a servir, sino una extensión de su propia identidad como miembros vivos de la Iglesia”
 
Jorge Alberto Godínez
Seminarista
“La familia en misión, su labor es anunciar la presencia salvadora de Cristo en el mundo a través de la unidad y fidelidad de los esposos, y la conservación y transmisión de la fe a los hijos”

“Oremos y prediquemos el Evangelio”

Peter Pérez, Pastoral familiar Nuestra Señora de Suyapa

Desde mi punto de vista y de acorde a lo que he vivido todos estos años sirviendo al Señor puedo decir lo siguiente: La misión que Cristo nos enseñó y nos invitó a seguirla al ayudarnos a que recibamos el Evangelio restaurado mediante la fe en él y su Expiación, el arrepentimiento, el bautismo, la recepción del don del Espíritu Santo y el perseverar hasta el fin. Para nosotros poder ayudar a las personas que son mandadas a misión primeramente tenemos que orar por ellos, ¿verdad? Y, seguidamente, podemos apoyarlos de una forma económica también, porque también ellos necesitan, ¿verdad? Para que ellos puedan también subsistir, porque también, aparte de la misión, tenemos también la parte espiritual, pero también tenemos la parte física también. Y, en eso, pues va que podamos darle alojamiento, alimentación, para que ellos puedan hacer una misión verdaderamente como Cristo nos enseña. Por otra parte, existen muchas interrogantes que nos hacemos sobre las cualidades que tiene que tener un misionero, esta persona tiene que tener entrega, amor a Cristo, también debe de tener misericordia y darse cuenta también por qué ha sido enviado para que pueda también hacer la misma misión que hizo Cristo. Recordemos que, durante este mes, se incrementa esta animación misionera, participando todos en la oración, el sacrificio y aportando ayudas económicas a favor de las misiones, con el fin de que el evangelio se anuncie por todo el mundo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí