
CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS.– Las parroquias católicas en Estados Unidos también se han visto impactadas por las políticas migratorias implementadas recientemente por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), durante el mandato del presidente Donald Trump.
El obispo de San Bernardino, Monseñor Alberto Rojas, expresó su preocupación mediante una carta abierta, en la que denuncia los operativos arbitrarios que han comenzado a afectar incluso a los espacios eclesiales. Las detenciones de inmigrantes ya no solo ocurren en lugares públicos como calles o centros de trabajo, sino que también se han reportado incidentes dentro de propiedades religiosas, especialmente en el estado de California.
“Aunque respetamos y valoramos el derecho de las fuerzas del orden a mantener nuestras comunidades a salvo de los delincuentes violentos, ahora vemos a agentes que detienen a personas al salir de sus casas, en sus lugares de trabajo y en otros espacios públicos elegidos al azar. Hemos sido testigos de al menos un caso en el que agentes del ICE ingresaron a una propiedad parroquial y detuvieron a varias personas. No es de extrañar que todo esto esté generando un enorme temor, confusión y ansiedad en muchas personas”, afirmó el obispo Rojas.
Ante la creciente incertidumbre entre cientos de fieles, el obispo ha emitido un decreto pastoral especial, dirigido a aliviar el temor que impide a muchos asistir a misa.
Decreto de dispensación para los migrantes
El documento establece: “Considerando que el temor a las medidas de control migratorio, como las redadas del ICE, puede disuadir a algunos en nuestra diócesis de cumplir con la obligación de asistir a misa los domingos y días festivos (cf. Canon 1247), y reconociendo que tal aprensión constituye un grave obstáculo que puede perjudicar el bien espiritual de los fieles, todos los fieles de la diócesis de San Bernardino que, debido a un temor real por las actividades de las autoridades migratorias, no puedan asistir a la Santa Misa, quedan dispensados de dicha obligación, hasta que este decreto sea revocado o modificado”.
Finalmente, el llamado de la Iglesia a la comunidad católica es a mantener la calma, aferrarse a la fe y perseverar en la oración por aquellos que hoy viven bajo el miedo y la incertidumbre provocados por las redadas migratorias.