Con profunda fe y esperanza, miles de familias de distintas regiones del país llegaron hasta la Basílica de Suyapa para venerar a la Virgen en el marco de la celebración del 278 aniversario de su hallazgo.
Intercesión
Padres, madres, hijos y hasta nietos recorren largos caminos para agradecer, cumplir promesas o presentar sus peticiones ante la Patrona de Honduras. Don José Amílcar García López, de 79 años y su esposa Elvia Rosa Andrés, de 80, son un ejemplo vivo de esta devoción transmitida de generación en generación. “Tenemos una experiencia, mi hijo, cuando era pequeño, estuvo muy enfermo, al borde de la muerte. Hicimos una promesa de venir a visitar a la Virgen, y tras nuestra oración, el niño se restableció. Hoy es un hombre, casado y con hijos”, comparte don José con gratitud.
Peregrinar
Por su parte, doña Elvia Rosa valora la oportunidad de peregrinar en familia. “Le pido a la Virgen que me dé fuerza y sabiduría para seguir acompañando a mis hijos, guiándolos por el buen camino. Me alegra venir con mi esposo, mis nueras, mi hijo y mis nietos. Hoy uno de ellos, Óscar Andrés, cumple 15 años y lo hemos presentado ante la Virgen”, expresa con alegría. Para muchas familias, esta peregrinación no es solo una tradición, sino un acto de fe que fortalece los lazos familiares y renueva la esperanza.
Unidad
“La Virgen nos da fuerza, nos ayuda a mantener la unidad familiar. Tenemos cuatro hijos casados, vivimos cerca y estamos unidos. Incluso tenemos una hija religiosa”, comenta don José. Bajo el lema “Con Santa María de Suyapa, peregrinos de esperanza”, esta celebración no solo recuerda el hallazgo de “La Morenita”, sino que también invita a las familias hondureñas a caminar juntas en la fe, confiando en que la Virgen siempre intercede por sus hijos, repitiendo aquellas palabras que resuenan: “Hagan todo lo que Él les diga” (Jn 2, 5).