Cada año litúrgico comienza y culmina con la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, y ha dado paso a que en la Iglesia se pueda tener en cuenta los Evangelios que se van leyendo durante 365 días. La solemnidad establecida por el Papa Pio XI y el nombre y fecha dada por el Papa San Juan Pablo VI, no solo se basa en resaltar el honor y la fuerza de Jesucristo sobre todo el universo, sino que también bajo su majestad, las ataduras del pecado puedan ser liberadas en su reinado.
Libertad
En el sendero de la vida, Jesucristo ayuda a trazar los días para llevarlos a la plenitud, a vivirlos de manera libre, pero con el convencimiento que el camino hacia la eternidad siempre será escabroso, es por ello, que el día que se conozca el umbral de la historia, Dios pueda susurrar al oído de sus hijos para reconocer su gloria.
El Padre Ovidio Rodríguez, párroco de la comunidad Di- vino Niño, menciona que, en la Solemnidad de Cristo Rey, comienza y termina el Año Litúrgico, pero agrega que: “Cristo Rey no viene con el parámetro humano. No viene a reinar matando sino dando la vida, no viene a reinar hiriendo sino sanando, no viene a reinar sirviéndose sino siendo el servidor de todos”.
Asimismo, el presbítero Rodríguez apunta que las características del Reino de Dios están plasmadas en el prefacio de ese día: “Reino de la verdad y la vida, reino de la santidad y de la gracia, reino de la justicia y la paz”.
1 Servir
Jesús desde su nacimiento fue reconocido como rey, sin embargo, durante su vida pública se dedicó al servicio a los demás con toda sencillez, sin buscar protagonismo en medio de todos.
2 Entrega
La autoridad de un líder radica en su entrega y amor a la comunidad, que Jesús ha pesar de recibir una corona de espinas, su amor es tan grande que a través de su sangre ha limpiado el delito de todos.
3 Amor
Su amor y misericordia es infinita, porque lavó todos los pecados con su sangre y que el mismo nos menciona en el libro del Apocalipsis que es el Alfa y la Omega, que era y el que ha de venir.