Monseñor Miguel Lenihan, Arzobispo de la Arquidiócesis de San Pedro Sula, presidió la Eucaristía de la toma de posesión del nuevo párroco en la comunidad San Miguel Arcángel de Potrerillos, Cortés, el Padre Miguel Edgardo Pérez Vásquez, quien fue acompañado por la feligresía. Esta ocasión fue propicia para también celebrar su fiesta patronal. El Padre Gustavo Fuentes, Canciller de esta porción de la Iglesia dio lectura al nombramiento, mientras el arzobispo hizo la entrega formal de la parroquia al Padre Miguel que luego realizó las promesas sacerdotales ante su Obispo.

Mensaje

En su homilía Monseñor Miguel expresó que, “Hoy en esta fiesta patronal quiero darle un gran regalo a esta parroquia, un nuevo párroco que va a trabajar con ustedes en la organización, evangelización, formación, va alimentarlos con el Pan de la Palabra y el Pan Bajado del Cielo que también es una misión muy grande que tenemos como sacerdotes, estoy seguro que el padre los va alimentar espiritualmente con esas celebraciones, va a estar con ustedes en los momento de alegría, dolor y tristeza, va a estar con ustedes para reconciliarse con Dios y también para reconciliarse el uno con el otro. Y como siempre digo, el Padre Miguel no va a estar solo, le acompañarán los Delegados de la Palabra de Dios, catequistas, jóvenes, los encargados de la liturgia, las Comunidades Eclesiales de Base, etc., va a estar con ustedes la comunidad cristiana, como pueblo van a acompañarle en este gran trabajo parroquial”. Monseñor también les pidió que cuiden a su párroco en su salud espiritual y su salud física, “asegúrense de que siempre tenga lo necesario, y recuerden que los sacerdotes también tienen que descansar, pero aún en su día de descanso él siempre los acompañará cuando haya necesidad”.

Ritos

Continuando con los ritos propios de esta celebración, Monseñor Miguel entregó al nuevo párroco una serie de símbolos y signos que expresan sus funciones en la comunidad, entre ellas el libro de los Evangelios, las llaves de la parroquia, la sede presidencial, el altar, la pila del bautismo, el confesionario, el ambón y las llaves del sagrario.

Por su parte el nuevo párroco manifestó que “Deseo servir con humildad y empeño en esta porción de la Iglesia, que mis intereses sean los mismo de Cristo que vino a servir y no a ser servido, que Jesús el Buen Pastor sea el modelo de mi sacerdocio, hoy se me confía este oficio como párroco, este proyecto de Dios y me llena de muchas ilusiones y expectativas, estoy consciente que algunas veces será muy difícil pero con sus oraciones y entrega seguiré adelante con la ayuda de Dios, no estaré solo, Dios y la virgen María me acompañan y San Miguel Arcángel será mi guardián”.

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