El Cardenal Rodríguez sobre el Sínodo de la Sinodalidad

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En una reciente entrevista con Vatican News, el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga reflexionó sobre la importancia y el alcance del Sínodo de la Sinodalidad, un proceso que, según él, no concluye con la publicación del documento final, sino que marca el inicio de un camino para toda la Iglesia. “La sinodalidad no es algo estático, sino un camino”, explicó, enfatizando que el documento sinodal es un fruto que “ya se puede ofrecer a todo el pueblo de Dios”.

Aquí la entrevista completa

El Cardenal subrayó la decisión del Papa Francisco de no emitir una exhortación postsinodal, permitiendo que el documento se convierta de inmediato en un recurso de dominio público y en una guía para la Iglesia universal. Según el Cardenal Rodríguezuu, este cambio es “un paso de mucha confianza”, dado que tradicionalmente los documentos sinodales solían entregarse al Papa para su consideración en una exhortación posterior.

En cuanto a la aplicación de las propuestas sinodales, el Cardenal aclaró que este documento ha sido ya entregado a los obispos, quienes ahora tienen el desafío de trabajar en conjunto con el clero y los laicos para implementarlo. Recordando las palabras de Francisco en su primera exhortación, destacó que el Papa desea “una Iglesia en salida, no una Iglesia instalada”.

Rodríguez ilustró esta visión mediante el Evangelio del día, en el que el ciego Bartimeo, al borde del camino, pide ayuda. Comparó esta imagen con el llamado a una Iglesia en movimiento: “No quiere que seamos una Iglesia sentada e instalada cómodamente pensando ad intra… No quiero una Iglesia de museo, hermosa pero muda, con mucho pasado y poco futuro”. Según el Cardenal, se trata de una Iglesia de pie, capaz de caminar y de escuchar el clamor de los necesitados para ofrecerles esperanza.

El gran reto que presenta este camino de sinodalidad no es solo para la jerarquía, sino para todos los fieles laicos. Rodríguez Maradiaga hizo hincapié en el papel del bautismo, que para cada persona es ya una llamada a la acción. En cuanto a los desafíos sociales, destacó que no basta con palabras bonitas sobre la opción por los pobres. Recordó que la pobreza en el mundo “no disminuye, sino que aumenta”, no solo por las guerras, sino por “las injusticias económicas y la corrupción”.

El Cardenal concluyó su reflexión instando a los bautizados a actuar. “Cada laica y cada laico puede hacer algo; si son cristianos saben que hay que dar pasos adelante para el alivio de la pobreza”, afirmó, sugiriendo que los esfuerzos se enfoquen en la creación de fuentes de trabajo como una forma efectiva de combatir la pobreza. Este, según Rodríguez Maradiaga, es el verdadero compromiso social al que llama el Sínodo.

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