Honduras se encamina hacia un nuevo proceso electoral que inicia este 9 de marzo con las elecciones primarias en las cuales 3 partidos políticos elegirán a sus candidatos a la primera magistratura del país, a los diputados al congreso nacional, a los alcaldes de los 298 municipios, los cuales están distribuidos en sus 18 departamentos y culminará con los comicios generales en noviembre del 2025.
Ante las próximas elecciones, en un mensaje dirigido al pueblo de Dios, la Conferencia Episcopal de Honduras (C.E.H.) hizo un llamado este jueves 6 de febrero a la ciudadanía y a los candidatos políticos a priorizar el bien común, enfatizando la necesidad de establecer un amplio dialogo en el que se involucren todos los estamentos sociales, como un medio real y claro de fortalecer la democracia enfatizando que su “mayor preocupación no radica en quién gane o pierda las elecciones, sino en el rumbo sociopolítico que se le dará al país”, porque la principal preocupación “está en los pobres, en los muchos pobres, en los nuevos pobres que surgen de la inestabilidad económica y la pobreza estructural”.
Los once obispos, en su mensaje pastoral, remarcan que “La cultura del respeto y la reciprocidad son características de la madurez política y deben brillar en estas próximas elecciones para asegurar al país mejores tiempos” evitando por todos los medios los discursos de odio y polarización que incitan a la violencia, a la confrontación e impiden avanzar hacia una democracia de diálogo, de consensos, de acuerdos en bien de nuestro país que necesita gozar de una estabilidad que le permita mirar hacia el futuro con esperanza.
En este sentido, los obispos reiteran en que en el proceso electoral de la nación, la oración, adquiere una trascendental importancia y piden a los candidatos políticos a dar preponderancia al bien común, la paz y el respeto a los derechos sociales e invitan a todos los ciudadanos a acudir “cívicamente a las urnas, y votar en las próximas elecciones, buscando el mayor bien posible para todos, en especial para los pobres” como una prioridad teológica antes que una cuestión meramente sociológica o política. De manera clara y sin ambages la Conferencia Episcopal de Honduras reconoce que no tienen la intención de dar recetas para la solución de ancestrales problemas estructurales del país, sino recordar que como católicos están comprometidos a defender y promover la dignidad de las personas, a buscar la armonía entre la complejidad de las relaciones sociales de los hondureños y a buscar la justicia social en defensa de los más pobres y necesitados y lo manifiestan así: “Al compartir este breve mensaje, en el actual “año político”, no es nuestra misión dar soluciones concretas y operativas a los graves problemas sociales de nuestro tiempo, sino la de “explicitar una vez más la ineludible dimensión social del anuncio del Evangelio, para alentar a todos los cristianos a manifestarla siempre en sus palabras, actitudes y acciones”, (Evangelii Gaudium, n. 258)”. Finaliza el mensaje con la bendición pastoral y las súplicas al Señor por Honduras e implorando el auxilio materno de Nuestra Señora de Suyapa, “Madre y reina de nuestra nación”.