La duda es parte del proceso de discernimiento y preparación para una vocación. Hacerse preguntas es parte del ser humano. Tener preguntas acerca de la propia capacidad y dignidad va a suceder. De igual manera, estas inquietudes se pueden suscitar en aquellos que ya han hecho una opción por Dios dejándolo todo. Es por ello, que es importante darse cuenta que Dios prepara a aquellos que Él llama.
Confianza
Sor María Elena Díaz, misionera de Marilam con más de 20 años de entrega al Señor, en su vocación recuerda que “Hay momentos en la vida que pueden desanimarnos, pero es importante que vayamos a ver no solo los aspectos negativos, sino que veamos en nuestra vida también esos momentos bellos, donde nosotros hemos sobrepasado dificultades, obstáculos para seguir y servir al Señor”. Por su parte, el Padre César Muñoz añade que “Comprendan el regalo que Dios nos ha concedido en esta llamada a la vida y desde allí, descubrir esta aventura de la vocación”, que quiere ser siempre, cumplir la voluntad de Dios en la vida.
1 Oración
Mediante una vida sacramental sólida y una vida de oración constante, Dios irá revelando cuáles son los pasos a dar. La lectura de la Palabra es fundamental, porque así el corazón se pondrá en sintonía con la voz de Dios.
2 Dirección
Ante tanta confusión, ideas y sentimientos encontrados, es normal no hallar la salida, es muy recomendable que busque a un director espiritual, un sacerdote con el que haga un acompañamiento.
3 Intercesión
En este camino existe diversidad de preguntas. Hay muchos ejemplos de matrimonios, sacerdotes, religiosas, que pasaron por este momento. No estás solo. Pide ayuda a Santa María, que te ayude a decir como ella “Fiat”.