El Papa Francisco presidió este día en el Altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana, la Eucaristía en sufragio de los Cardenales y Obispos fallecidos durante el año. Como ya es tradición, esta celebración se realiza en días cercanos a la conmemoración de los fieles difuntos.
En su mensaje, Francisco indicó que “Estamos llamados a creer en la resurrección no como una especie de espejismo en el horizonte, sino como algo que está presente y nos involucra misteriosamente ya desde ahora”. De igual manera, invitó a todos a rogar al Señor para que “disuelva esa melancolía negativa que a veces nos penetra, como si todo terminara con la muerte. Es un sentimiento alejado de la fe, que se añade al miedo humano de tener que morir, y del que nadie puede decir que es completamente inmune. Por esta razón, ante el enigma de la muerte, incluso el creyente debe convertirse continuamente. Cada día estamos llamados a ir más allá de la imagen que instintivamente tenemos de la muerte como aniquilación total de una persona; a trascender lo evidente, los pensamientos sistemáticos y obvios, las opiniones comunes, a encomendarnos enteramente al Señor”