El mes de octubre, en materia de celebraciones es un mes muy especial para la Iglesia Católica. Comienza con la fiesta de Santa Teresa del Niño Jesús o de Liseux, patrona de las misiones que, sin salir de su celda, se dedicó a hacer oración y acompañó a los misioneros en su labor escribiéndoles cartas y mensajes para infundirles fuerza y espiritualidad. Además de ser el mes del rosario, es el mes de las misiones, en el que se despierta y aviva el espíritu misionero de todos los fieles a nivel mundial. Asimismo, en este mes se recuerda el descubrimiento del continente americano, el 12 de octubre 1492, por Cristóbal Colon; acontecimiento que abrió un nuevo camino en la historia de la Evangelización en el continente y en el mundo.

A los miembros de la Iglesia, por medio del bautismo, se nos confía la misión, impulsados por el Espíritu Santo. Durante octubre, se incrementa la animación misionera, participando en la oración, sacrificio y aportando ayudas económicas a favor de las misiones, con el fin de que el evangelio se anuncie en todo el mundo. Como expresión de fraternidad y solidaridad universal y como actividad central durante el octubre misionero, realizamos en todas las diócesis, parroquias e instituciones católicas de nuestro país la COLECTA MUNDIAL DE LAS MISIONES, DOMUND sumándonos a la que se realiza en todo el mundo.

En su mensaje para la 99ª Jornada Mundial de las Misiones 2025, publicado en febrero 2025 unos meses antes de su fallecimiento el Papa Francisco invitó a toda la Iglesia a renovar su vocación misionera convirtiéndose en “misioneros de la esperanza entre los pueblos”. Con ocasión de este año jubilar (2025), el pontífice subrayó que la esperanza está en el corazón de la misión cristiana y debe vivirse, compartirse y transmitirse en todo el mundo.

Su mensaje se divide en tres grandes temas: a). – siguiendo las huellas de Cristo, nuestra esperanza: Cristo es el ejemplo supremo de misionero de esperanza. Su vida, muerte y resurrección son la garantía de un futuro lleno de esperanza, incluso en tiempos de oscuridad. b). -Los cristianos, portadores y constructores de esperanza entre los pueblos: Los cristianos están llamados a llevar la esperanza sirviendo a los más necesitados y viviendo las alegrías y sufrimientos de los demás. c). -Renovar la misión de la esperanza: La Iglesia está invitada a renovar su misión de transmitir esperanza, alimentada por la oración, los sacramentos y la comunión fraterna, en una dinámica comunitaria. El mensaje nos impulsa a encarnar y transmitir la esperanza de Cristo en nuestra vida cotidiana y a través de nuestros compromisos misioneros.

De tal modo que siendo consecuentes con la  exhortación del Papa, la Iglesia Católica en Honduras, como una iniciativa promovida por la Arquidiócesis de Tegucigalpa, está trabajando arduamente para llevar a cabo la “Santa Misión 2026”, que tiene como objetivo fortalecer la vida cristiana,renovar el compromiso de los creyentes en Honduras, revitalizar la fe, formar comunidades cristianas sólidas y llevar un mensaje de esperanza a los más necesitados del país, enfocándose en la transformación social a través de la evangelización y el encuentro personal con Cristo.

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