En el corazón del municipio de Tocoa, en el departamento de Colón, donde los ríos Guapinol y San Pedro serpentean entre montañas cubiertas de vegetación exuberante, vivía y trabajaba Juan Antonio López. Hombre de fe profunda y compromiso valiente, Juan conjugaba su vocación cristiana con una entrega total a la defensa del medio ambiente. Como Delegado de la Palabra de Dios, no concebía su lucha como una ideología, sino como una expresión viva de su ser cristiano. Fundador de la Pastoral de Ecología Integral y miembro activo de la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana, dedicó su vida a proteger el Parque Nacional Montaña de Botaderos “Carlos Escaleras Mejía”, amenazado por proyectos mineros que ponían en riesgo el equilibrio ecológico y la vida de las comunidades.
Coherencia
Su amor por Jesús lo llevó también a involucrarse en la política, desde donde buscaba el bien común sin perder la coherencia entre su fe y su acción pública. Aunque era consciente del peligro que corría, nunca retrocedió. El 14 de septiembre de 2024, tras salir del templo, después de una celebración de la Palabra de Dios, fue asesinado por sicarios, dejando un vacío profundo en su familia, su Iglesia y su pueblo. A un año de su martirio, su historia sigue resonando como un llamado urgente a la justicia, a la esperanza y a la defensa de la vida. Por ello, la Conferencia Episcopal de Honduras ha instituido el premio “Juan López”, un reconocimiento que busca enaltecer la vida, la palabra y el testimonio de este líder ambiental. En su primera edición, el galardón será entregado a su esposa, Thelma Peña, y a sus hijas, Claudia y Julia López, como homenaje a su legado de fe, servicio y defensa incansable de la comunidad.

Un año de su asesinato
Juan López, fue concejal del municipio de Tocoa, por el Partido Libertad y Refundación (Libre), luchó por la defensa del río Guapinol y contra el proyecto minero que afecta directamente al parque nacional Botaderos Carlos Escaleras Mejía, convirtiéndolo en un gran líder ambientalista. Fue asesinado el 14 de septiembre de 2024 por sujetos no identificados al salir de una iglesia en Tocoa.
Justicia
Este reconocimiento viene acompañado de una exigencia clara: justicia. Monseñor Henry Ruiz, Obispo de Trujillo y amigo cercano de Juan, subrayó que continúan impulsando la campaña “Justicia para Juan López”. Esto “significa llegar hasta los asesinos intelectuales que planificaron su muerte y liberar la montaña Carlos Escaleras Mejía, actualmente ocupada por una compañía minera Inversiones Los Pinares del Grupo Emco Holding”, detalla. El obispo denunció que la minería “corrupta y fraudulenta” sigue operando con impunidad en estos territorios, y advirtió que, sin acciones contundentes contra los responsables, la violencia continuará contra defensores del medio ambiente en Honduras. Juana Esquivel, miembro del Comité Municipal de Defensa de Tocoa, afirma que hay una intención de dilatar y alargar este proceso. “No sabemos si quieren esperar que pase el proceso electoral, pues una posibilidad y otra posibilidad, pues es que estén protegiendo”, afirmó.
“En sus palabras siempre había paz, siempre había tranquilidad a pesar de las persecuciones violentas y sistemáticas que sufrió por parte del sistema de injusticia en Honduras”
P. Noel Ortiz
Secretario ejecutivo REMAM
Conversión
El Padre Nelson Vásquez, coordinador de la Pastoral de Ecología Integral, enfatiza que el testimonio de Juan “nos tiene que interpelar y urgir a ser profetas y saber que él mismo Señor Jesucristo sufrió la muerte violenta consecuencia de un mensaje y una práctica”. Por su parte, el presbítero Noel Ortiz, secretario ejecutivo de la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM), destaca que Juan fue “un hombre de Dios, un laico que entregó su vida en la puerta de una Iglesia, un delegado de la Palabra de Dios, que es un testimonio de vida completamente entregado”. Y añade: “¿Qué nos dice hoy Juan? Nos habla de la experiencia del martirio, nos habla de la capacidad del Evangelio de dar la vida por el Reino, de dar la vida por la justicia, por la igualdad, por la solidaridad, la equidad, el bien común. Juan es un testigo vivo del Evangelio de Cristo”.

Gracias por tu testimonio Juan
Fray Marcio Matute
Párroco Maximiliano Kolbe
Al celebrar en septiembre un año del aniversario de la muerte de nuestro hermano, delegado de la Palabra de Dios, ambientalista y político, miembro activo del movimiento ambiental de Tocoa y también miembro activo de la Diócesis de Trujillo. Y como tal parte del movimiento social organizado de Honduras, nos viene a la memoria del corazón y a la memoria de la mente, un gran sentimiento de agradecimiento por la trayectoria, por la lucha, por el testimonio de Juan y de todo su movimiento en pro y en bien de los bienes comunes, en defensa del territorio y de la comunidad, y en defensa de los derechos humanos, especialmente de aquellos que reclaman el derecho a la tierra, el derecho a habitar en un lugar digno y en paz armónica con la creación.
En segundo lugar, al conmemorar esta sangre derramada, nos viene también el anhelo y la denuncia profética, cual grito que sube al cielo. Y que quiere llegar al corazón de toda la humanidad de un basta a la muerte de y asesinato, persecución y criminalización de aquellos que luchan, pero en este caso concreto de Juan y de todos aquellos que han sido asesinados. Un reclamo urgente de justicia, de justicia para el asesinato de Juan, que reclama justicia, pero también para su causa en defensa y en protección de los derechos ambientales y comunales de esta rica región del país. Al conmemorar un aniversario de la muerte, también se activa el compromiso solidario, en primer lugar, con los familiares de Juan, su esposa, sus hijos y toda su familia, pero también todos aquellos que hoy por hoy siguen siendo criminalizados. Y también que están siendo perseguidos, amenazados y donde sus derechos y su vida corre peligro, donde su vida enciende de un hilo.


