TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Nacido en una humilde aldea en las montañas del Líbano, San Charbel Makhluf fue el primer santo oriental canonizado después de varios siglos. Es uno de los santos más queridos en el mundo de habla hispana, especialmente en México.
Nacido en 1828 con el nombre original de Youssef Antoun (José Antonio, en español), la historia relata que quedó huérfano de padre a los tres años, por lo que creció bajo el cuidado de su madre. Ella se casó nuevamente con un sacerdote maronita, quien se convirtió en una figura de gran inspiración para el joven Charbel.
Ingresó al monasterio de Nuestra Señora de Mayfouq como candidato, y posteriormente adoptó el nombre de un mártir sirio: Charbel. Fue ordenado sacerdote y vivió como monje ejemplar, dedicado a la oración, el apostolado y los estudios espirituales.
Se le atribuyen numerosos milagros durante y después de su vida. Su tumba, ubicada en el monasterio de San Marón, en el Líbano, es hoy lugar de peregrinación.
En Honduras, existe una organización de fieles llamada “Amigos de San Charbel”, que se reúne cada dos meses y promueve obras de caridad. Así lo aseguró el padre Carlo Magno, quien acompaña espiritualmente a este grupo pastoral.
En el templo San Judas Tadeo, ubicado en los predios de la Basílica de Nuestra Señora de Suyapa, los fieles pueden visitar su imagen, venerarlo y pedir su intercesión.
Datos
1. San Charbel Makhluf fue un monje maronita del siglo XIX, originario del Líbano, cuya vida austera y dedicada a la oración lo convirtió en ejemplo de santidad y modelo de vida contemplativa.
2. Se le atribuyen numerosos milagros, tanto en vida como después de su muerte, especialmente sanaciones físicas inexplicables que han sido documentadas en distintas partes del mundo.
3. Su tumba en el Monasterio de San Marón, en Annaya (Líbano), se ha convertido en un centro de peregrinación donde miles de fieles acuden para orar y dar testimonio de curaciones recibidas.
